| miércoles, 23 de julio de 2003 | Un respiro para Bush y la moral de las tropas estadounidenses en el Golfo Washington. - La noticia de la muerte de los dos hijos de Saddam no podría llegar para George W. Bush en mejor momento. Luego de que en las últimas semanas se intensificaran las críticas a la política del presidente estadounidense hacia Irak, el reporte desde Mosul proporcionó ayer un respiro a la Casa Blanca. Bush precisa con urgencia un avance decisivo en la estabilización de Irak, donde las tropas estadounidenses son blanco casi a diario de los ataques de supuestos seguidores del antiguo régimen.
Los militares estadounidenses siempre aseguraron que la resistencia contra las tropas de ocupación se desplomaría cuando Saddam Hussein y sus hijos fueran atrapados. Funcionarios de gobierno dijeron ya antes de la identificación definitiva que la muerte de Uday y Qusay sería una "fuerte señal" a la población iraquí de que los días del régimen de Saddam llegaron a su fin y de que no hay vuelta atrás.
Cada vez se escuchaba más fuerte en los últimos días la pregunta sobre el sentido y la utilidad de la operación en Irak. Sin una detención o muerte de los antiguos líderes iraquíes, los militares estadounidenses debían temer una nueva escalada y una mayor caída en la moral de las tropas.
Ante la creciente cifra de muertos, que el fin de semana superó a la de la primera Guerra del Golfo, la Casa Blanca se veía expuesta en EEUU a preguntas cada vez más incisivas respecto de cómo iba a pacificar Irak. También crecía la voluntad de volver a involucrar a las impopulares Naciones Unidas y pedir ayuda a los europeos.
Los analistas creen que la muerte de los hijos de Saddam también puede dar impulso político a Bush en EEUU y ayudarle en el debate sobre sus acusaciones contra Irak antes de la guerra.
Recientemente los opositores demócratas anunciaron en el Congreso que buscarán una citación de colaboradores de la Casa Blanca para aclarar por qué en su momento Bush hizo la acusación de que Irak había tratado de comprar uranio en Africa para su programa atómico, aun cuando la Agencia Central de Inteligencia (CIA) no lo consideraba justificado.
Sin embargo, para la mayoría de los estadounidenses el asunto de las armas de destrucción masiva iraquíes continúa teniendo una importancia menor. En los sondeos, la mayoría asegura que la guerra también estaría justificada aunque no se encontrara ese armamento. (DPA) enviar nota por e-mail | | |