| miércoles, 23 de julio de 2003 | Hay más estrellas que granos de arena en la Tierra Desde un lugar oscuro del planeta, el ojo humano puede divisar alrededor de 5.000 estrellas. Científicos australianos han llegado a la conclusión de que el cielo es mucho más "estrellado" de lo que hasta ahora se pensaba. Astrónomos reunidos en la Conferencia de la Unión Astronómica Internacional, en Sidney, Australia, consideran que hay más estrellas en el cielo que granos de arena en todas las playas y desiertos del mundo entero.
En los lugares más oscuros del planeta, el ojo humano -sin la ayuda de ningún instrumento- puede llegar a divisar aproximadamente 5.000 estrellas. En una calle iluminada, en cambio, podemos con suerte observar unas cien.
Los científicos australianos utilizaron algunos de los telescopios más poderosos del mundo, para medir la luminosidad de todas las galaxias en un sector del universo y de acuerdo a esos parámetros, lograron calcular la cantidad de estrellas que éstas contienen.
Una vez que obtuvieron estos resultados, estimaron el número de estrellas existentes en todo el universo visible, que según ellos, es mucho más acertado que las cifras que se manejaban anteriormente. Así, sostienen que hay 70 sixtillones o el número siete seguido de 22 ceros.
Lo que significa que el número de estrellas en el universo visible es mucho mayor que la cantidad de granos de arena en todo el planeta Tierra.
Simon Drive, de la Universidad Nacional de Australia, señaló que el número real puede llegar a ser aún mucho mayor, de hecho, puede ser infinito.
Driver cree también que muchas de esas estrellas tienen planetas girando a su alrededor y en algunos de ellos seguramente hay vida.
Pero debido a que estos planetas estarían tan lejos de la Tierra, no existe hasta el momento ninguna posibilidad de establecer contacto.
Un telescopio ultrasensible La agencia espacial estadounidense Nasa construye el espejo de un telescopio capaz de detectar la primera luz del universo, que apareció repentinamente hace unos 11.000 millones de años, pero es invisible al ojo humano. El espejo deberá estar ubicado a casi 1,6 millones de kilómetros de la Tierra y tendrá la suficiente resistencia como para doblarse menos del ancho de un cabello humano.
En un espacio de trabajo oculto en el Centro Marshall de Vuelo Espacial, en Huntsville, estado de Alabama, los técnicos de la Nasa prueban dos prototipos de espejos diseñados para lograrlo, según revelaron a la BBC.
El telescopio espacial James E. Webb, que costará 824,8 millones de dólares, no será lanzado antes del 2011. Pero el sucesor del telescopio espacial Hubble ya lleva ocho años en construcción, ya que se requería tiempo para que la tecnología pudiera hacer viable la visión de los científicos.
"Lo llamamos el factor risa. Cuando uno empieza a hablar sobre colocar un espejo como este en el espacio, la gente se ríe", dijo Philip Stahl, un científico del Centro Marshall a cargo de asegurarse de que la óptica del telescopio funcione de forma correcta al estar en órbita.
"Como el telescopio busca detectar la radiación infrarroja, el calor, que es invisible, debe ser colocado en una ubicación fría en el espacio para evitar que emita -y por lo tanto detecte- su propio calor", explicó Stahl. (Télam) enviar nota por e-mail | | |