La basura de Rosario sigue sin destino final

La reunión entre funcionarios municipales y provinciales resultó un fracaso. Fin al Gallego III

Rosario continúa sin un lugar para volcar las 450 toneladas de basura que se producen a diario y dentro de una semana deberá dejar de utilizar el relleno sanitario Gallego III, ubicado en el suroeste rosarino. Peor aún, funcionarios municipales y provinciales no lograron ayer avanzar en una solución. Hallar un sitio "es una cuestión de voluntad política del gobierno santafesino", insistió ayer el secretario de Servicios Públicos, José León Garibay, mientras que su par de Medio Ambiente provincial, Aníbal Vázquez, replicó que "hay muchos lugares en el sur provincial, pero incluso Rosario cuenta con dos sitios apropiados", aunque no están en condiciones para ser utilizados ya.

"¿Dónde irá la basura de Rosario?", es la pregunta que tiñó la reunión entre Garibay y Vázquez, y que quedó sin respuesta. A fin de mes el municipio deberá cumplir con una orden judicial que prohíbe utilizar el relleno sanitario Gallego III, o sea que los camiones recolectores se quedarían sin un sitio adonde hacer su descarga.

Además, los predios de Ricardone y Pérez quedaron excluidos de los planes de la Intendencia por decisión de la provincia, con lo cual todo se sumergió en la incertidumbre.


Panorama complicado
Al cierre de esta edición los vecinos del barrio buscaban impedir el paso de los vehículos "ante el exceso de basura", apuntó Juan González.

"A fin de mes, nos vamos sí o sí de Puente Gallego y necesitamos una alternativa. Por eso presentamos un recurso ante la provincia para volver a Ricardone", expresó Garibay tras un escueto diálogo con Vázquez.

Tras la reunión, el funcionario municipal aseguró que "también se insistirá con el predio de Alvear a fin de que no se urbanice la zona y pueda convertirse a futuro en un relleno sanitario".

Vázquez advirtió: "No hay solución para dentro de una semana, pero en Rosario se podrían analizar dos sitios propuestos en su momento por la Intendencia, como los ubicados sobre Nuestra Señora del Rosario y otro en zona de quintas en Batlle y Ordóñez".

En definitiva no se arribó a ninguna solución, sí en cambio a promover el consenso con los municipios del sur santafesino para abordar la disposición final de residuos en forma conjunta.

Esta idea surgió hace 5 años, cuando -a través del proyecto de Grandes Aglomerados Urbanos (GAU), financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID)- se buscaron distintas opciones para realizar un relleno sanitario metropolitano.

"Hoy todavía estamos en el proyecto y un compromiso de endeudamiento de un millón de pesos, pero si no hay consenso...", se lamentó Garibay.

El concejal radical Pablo Javkin y la cavallerista Analía Carrió también participaron de la reunión. "Están dadas las condiciones para plantear judicialmente la necesidad de solucionar el problema, excluyéndolo de la discusión electoral y pudiendo configurarse una situación penalmente tipificable, si se llega al extremo de carecer de un lugar adecuado para disponer los residuos", advirtió Javkin.