| domingo, 20 de julio de 2003 | Cayó preso por un crimen, un año después A Luis Fabián Díaz lo buscaban por un robo y ayer cayó preso imputado por un crimen ocurrido un año atrás. En una noche donde corrió el alcohol por doquier, primero en un cumpleaños y después en un bar de la zona oeste de la ciudad, según dijeron los investigadores, molió a golpes en la calle a un muchacho mayor que él. Que, de acuerdo a la policía, alcanzó a musitar su apodo antes de morir.
Fue el 11 de julio del año pasado. Un grupo de amigos estaba reunido en un cumpleaños. Al parecer, todos los que estaban allí se habían excedido en el consumo de vino y cerveza. Cuando ya había avanzado la madrugada, dos jóvenes decidieron continuar el festejo en otro lugar. Fueron hasta un bar de Presidente Perón y Constitución.
No está claro si por las copas que continuaron tomando en el bar o por un pleito del pasado, los dos muchachos salieron a la vereda enardecidos y revueltos en una violenta discusión. Allí se trenzaron a golpes de puño. El que llevó la peor parte fue Ayala. En medio de la golpiza cayó al suelo y se estrelló la cabeza contra el pavimento.
A Ayala primero lo llevaron al Hospital de Emergencias. De allí lo derivaron al Policlínico Eva Perón de Granadero Baigorria. Su estado de salud empeoró y tuvo una agonía extensa. Murió cinco meses después, el 31 de diciembre pasado en ese centro asistencial.
Desde el día del violento suceso la policía buscó a Díaz en su casa de pasaje 1805 al 7100, pero no lo encontró. Los investigadores tenían la certeza que él era el autor del homicidio porque, según dijeron, Ayala había alcanzado a balbucear su apodo antes de quedar insconciente. El muchacho dijo que Lucho lo había atacado y así era como lo conocían a Díaz.
El viernes a la mañana, efectivos de la comisaría 19 lo atraparon en Biedma y Espinillo. En realidad, lo buscaban por un robo que había cometido el 30 de diciembre del año pasado. Sólo después constataron que estaba acusado del crimen de Ayala.
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