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 sábado, 19 de julio de 2003

Llamadas telefónicas extorsivas preocupan a la población cañadense

Walter Gasparetti / La Capital

Cañada de Gómez. - "Me dijeron por teléfono que mi esposo estaba secuestrado y me pidieron 500 pesos a cambio de su liberación. Estoy aterrada porque conocían detalles de mi casa y sobre la composición de mi familia". El caso denunciado por julia, en la Unidad Regional X, generó preocupación en esta comunidad debido a que no es el único intento de estafa extorsiva ocurrido en los últimos meses.

La mujer, cuya identidad este diario mantiene en reserva por razones obvias, recibió un llamado telefónico por cobrar desde un supuesto servicio penitenciario. Una voz adulta masculina le comunicó que su esposo estaba secuestrado y le pidió una suma de 500 pesos a cambio de su inmediata liberación.

"Creí que el secuestro no tenía sentido porque somos trabajadores. Sin embargo, mi preocupación comenzó cuando detecté que conocían detalles de mi casa, incluso tenía información respecto de mi familia. Me pidió que no corte y se inició una negociación", relató Julia aún aterrada por lo sucedido.

El delincuente solicitó que se dirigiera a un locutorio y que adquiera tarjetas telefónicas. Fue en ese momento cuando la mujer recordó casos anteriores y cortó la comunicación. No obstante, recién tuvo tranquilidad cuando horas más tarde pudo hablar telefónicamente con su esposo."Este hombre trabajó con tranquilidad. Incluso intentó consolarme cuando me puse a gritar. Luego me pidió que desconecte el otro teléfono y me preguntó por la edad de mi hija. En todo momento indagaba por el dinero que tenía en casa y finalmente me dijo: si querés verlo nuevamente con vida tenés que pagar 500 pesos", narró la mujer.

Y añadió: "En un momento me sentí mal por no tener ese dinero, entonces me dijo que comprara tarjetas de 20 y 10 pesos y que una vez adquiridas me iba a explicar el procedimiento". La mujer cree que previamente los delincuentes realizaron tareas de inteligencia. Incluso tenía información de que su esposo es transportista.

El extorsionador hablaba con tonada cordobesa y pretendía que no se interrumpiera la comunicación para mantener la línea ocupada. De esta forma, Julia no podía contactar a su esposo que estaba de viaje.La exposición de Julia se asemeja a otros tres casos denunciados en sede policial en los primeros meses de este año. No obstante, La Capital tuvo contacto y escuchó historias similares de otros damnificados que no quisieron realizar la correspondiente denuncia.

El jefe de Informaciones de la Unidad Regional X, Rubén Gariboglio, explicó que los delincuentes utilizan este procedimiento "para duplicar tarjetas que luego ponen a la venta", al tiempo que aconsejó a los usuarios que interrumpan la comunicación una vez que se detecta el intento de estafa. También pidió que los casos sean denunciados en la jefatura policial.

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