| sábado, 19 de julio de 2003 | Las canciones que renacieron para volver en forma de disco y show Pichi de Benedictis y Leo Maslíah presentan "El tortelín y el canelón" El rosarino explica la obra; el uruguayo duda si está destinada a niños, adolescentes o jubilados José L. Cavazza / La Capital En 1989 Héctor "Pichi" de Benedictis y Leo Maslíah grabaron el casete "El tortelín y el canelón" que llevaba el sugestivo subtítulo de "¿canciones para niños?", ya que, confiesa ahora el músico uruguayo, era difícil determinar si los interlocutores válidos para esas canciones deberían ser niños, adolescentes o jubilados.
La obra, que nunca tuvo un lanzamiento discográfico ni presentación en vivo alguna, hoy encuentra las puertas abiertas en ambos frentes: la edición del disco compacto a través de un sello nacional (Epsa) y un recital en el Centro de Expresiones Contemporáneas, hoy a las 18. "El espectáculo estará reforzado por las artes de la cantante y poliinstrumentista Sandra Corizzo y Paula Gasparini, en flauta, voces y chirimbolos", añade Maslíah.
La historia de la obra y del casete de circulación entre restringida y apócrifa, la cuenta De Benedictis: "Desde que nos conocimos con Leo en 1983 tuvimos ganas de hacer un disco juntos; varios años después y gracias a la gestión de Martín Coggiola, que nos propuso hacer un disco con algunos temas compuestos por cada uno y otros creados a medias, surgió "El tortelín y el canelón", recuerda los primeros pasos el rosarino. Lo cierto es que De Benedictis y Maslíah se juntaron un viernes en Rosario en la casa del primero, lo llamaron al percusionista Juancho Perone, redondearon los arreglos en tres días, al cuarto ingresaron al estudio de grabación y sobre fines de semana el material estaba grabado.
"De ese master se hicieron sólo 200 copias en casete, cuya mayor parte se distribuyó en la escuela integral de Fisherton y luego se convirtió en un casete de circulación apócrifa -cuenta De Benedictis-. Hasta hace poco hubo gente que me lo pedía porque no lo podía conseguir... y claro si nunca había sido lanzado comercialmente".
"El tortelín..." sí tuvo dos ediciones en Uruguay: una en casete y otra, el año pasado, en CD masterizado. Encima de tantos contratiempos, el máster se había perdido.
El sello Epsa hace varios años que tenía ganas de editar la obra que, por distintas cuestiones, nunca se había podido lanzar en Argentina. Así, el disco quedó guardado en un cajón de la casa del ex Acalanto varios años más, hasta que la discográfica decidió editarlo y el compacto sale a pelear la calle en las próximas horas. "Las canciones están intactas", asegura Pichi.
Las canciones de Leo Maslíah fueron pensadas específicamente para el público infantil, aunque sin apelar a los animalitos u otros diminutivos. Los temas hablan de un domingo de lluvia o de una historia de animales desalojados porque tienen que empezar a pagar un alquiler en la Tierra. También está "Estrella", canción que hace un par de años grabó Attaque 77 en su disco de covers bajo el nombre "5 estrellas".
Maslíah dice al respecto: "Durante el tiempo transcurrido desde entonces (la grabación de 1989) varias generaciones de niños dentro de las pequeñas élites donde ese casete se difundió se mostraron interesados en el material. Algunos, cuando alcanzaron más edad, llegaron a versionar alguno de los temas; así pasó con «Estrella»". De Benedictis aclara: "Parece increíble pero Attaque grabó el tema a partir de una de aquella copias apócrifas del casete, porque Leo jamás lo tocó en público ni lo volvió a grabar para ningún disco".
"Varias de mis canciones estaban creadas junto a los chicos del jardín de infantes de la Integral de Fisherton donde trabajé y otras con los talleres infantiles de música que yo conducía en la Escuela de Músicos", dice el músico rosarino y destaca una canción llamada "El robot cebamates" que es una historia que inventó un pibe sobre un robot que un mecánico construyó para que le cebara mates en la fosa. "Una canción bien criollas", sostiene. Después está "Chanchos en la peatonal" que De Benedictis creó con los chicos de la Integral, y "El Luno" que tiempo después volvió a grabar para adultos, con Adrián Abonizio.
El ex Acalanto gira sobre la aclaración de la tapa del disco, "¿canciones para niños?": "La idea del disco y también del espectáculo es que estuviese destinada a una zona de confluencia entre los pibes y los adultos, con canciones que pueden gustarles a los chicos y que no necesariamente fueron hechas para niños, y con temas que pueden gustarles a los grandes y que no pertenecen a un repertorio adulto. La idea es que estas canciones sean escuchadas por las familias. Son para que el hijo le pregunte al padre alguna cosa que no entiende y el padre disfrute como un chico de alguna cosa que como adulto quizá no se permite disfrutarla".
"Yo fantaseo con que un pibe y su viejo están escuchando nuestro disco sentados juntos en el living", dice finalmente Pichi De Benedictis. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Maslíah y De Benedictis están hoy en el CEC. | | |