Hallaron el cadaver del rosarino ahogado en el lago San Roque

Buzos de la Policía de Córdoba hallaron el cadaver del hombre que había desaparecido tras el naufragio de una embarcación en el lago San Roque, Villa Carlos Paz, ocurrido anteayer. Según fuentes policiales, el cuerpo hallado es el del rosarino José Escandell, cuya esposa e hija también fallecieron en el accidente, mientras que una nieta salvó milagrosamente su vida. La gobernación de Córdoba pondrá a disposición de la familia un avión para el traslado de los cuerpos a Rosario.

La policía de Córdoba encontró esta tarde al hombre que había desaparecido tras el naufragio de un viejo anfibio en el lago San Roque, y que había arrojado hasta el momento un luctuoso saldo de tres muertos y una decena de heridos.

El hallazgo fue confirmado por fuentes policiales, quienes aseguraron se trata de José Escandell, de 76 años, la cuarta víctima mortal tras el accidente.

El cadáver "estaba a unos 30 metros de la embarcación hacia la costa oeste del lago San Roque" señaló el comisario Rubén García, del Cuerpo Especial de la Policía, que trabajó en el lugar desde las primeras horas de la mañana.

"Estuvimos chequeando dentro de la embarcación y eso demando varias horas, hasta que lo encontramos" dijo García.

La víctima fue identificada como José Escandell, de 76 años, domiciliado en Rosario. Ayer fue rescatado el cadáver de la hija de Escandell, de nombre Amelia, de 45 años, luego de detectarse el anfibio a 15 metros de profundidad y a unos 150 metros de la costa del lago.

Los otros dos fallecidos por la tragedia son el marplatense Eduardo Pellegrini, de 59 años, y la rosarina Margarita Germino (75), esposa de Escandell.

El viejo anfibio "El Cisne" se hundió en pocos minutos el jueves a la tarde, pasadas las 16.

Por su parte y en diálogo con Radio Córdoba, el fiscal a cargo de la causa, Gustavo Sandoval, reveló esta tarde que el gobierno cordobés resolvió ceder el avión provincial para trasladar los cadáveres de la familia Escandell a Rosario.

Sandoval confirmó además que el dueño y el capitán de la nave siniestrada, Cristian Hoffman, de 35 años, y Carlos Cáceres, de 36, que también lograron sobrevivir, permanecen detenidos e imputados de los delitos de homicidio simple reiterado con dolo eventual y lesiones reiteradas.