La vaca confiesa sus secretos

En el 2005 EEUU descifrará la secuencia genética de bovinos

La biotecnología animal se aproxima al desarrollo de clones, con aplicaciones industriales y terapéuticas

Leonardo Stringaro

Cada día es más difícil prolongar la vida de las personas a costos tan altos". La afirmación corresponde a Daniel Salamone, profesor del área salud animal de la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA), que se imagina un futuro direccionado hacia la prevención de enfermedades y nuevas curas de las mismas donde la tecnología revivirá las esperanzas de disminuir las limitaciones físicas de gran parte de los seres humanos.

Esto significa que en poco tiempo se van a poder producir órganos de reemplazo, utilizando animales como el cerdo, que tiene un alto grado de compatibilidad con los órganos de seres humanos.

También crecerá la implementación de tecnologías para reparar problemas de salud, el mejoramiento en la calidad de los alimentos y otros avances que lograrán hacer desvanecer los informes alarmistas y especulativos sobre experimentos locos, que nada tienen que ver con la progresiva orientación que está tomando la ciencia.

Siguiendo el mismo camino que en la década del 90, donde los grandes desarrollos estuvieron pensados en generar herramientas para avanzar en el descubrimiento del genoma humano, hace unos meses Estados Unidos abrió el concurso para secuenciar el genoma bovino antes del 2006.

El presupuesto es de 5 millones de dólares para lo que resta del año 2003 sumado a otros 4 millones para las investigaciones que se cursen en el 2004.

El resultado aportará la información básica y la estructura para seguir estudiando la parte funcional de los bovinos, y además será un pilar para mejorar y aumentar la producción, teniendo en cuenta factores vinculados como la salud, ya que el bovino constituye una parte alimentaria indispensable para el hombre.

La paradoja es que después de tantos avances, se podrá volver a vivir como en la vida de los antepasados, sin tantos problemas y pérdidas de tiempo por solucionar males (enfermedades) que le restan crecimiento a las poblaciones. Un claro ejemplo sería terminar con el sida en Africa, que tiene 13 millones de afectados. Esta situación tiene a su vez una influencia directa con el desarrollo de la agricultura porque la población joven está infectada y sin capacidad para producir la tierra.

Otro puede ser el caso de la firma Hematech en EEUU, que comenzó a producir anticuerpos humanos en vacas para proteger contra un gran número de enfermedades a personas y continúa un proyecto que está siendo financiado con 8 millones de dólares por el Departamento del Ejército Norteamericano.

Lentamente, y después de varias pruebas, la ciencia está llegando al primer animal clonado y transgénico, que en el futuro se podrá comercializar.

Como señal reciente fueron aprobadas una serie de drogas para ser usadas en el mercado.

La clonación como nueva tecnología no será un factor de alejamiento del mundo que está quedando atrás, por el contrario originará una herramienta para el desarrollo de la imaginación en un mundo con recursos acotados y necesidades de evolución.


Clones de clones
Lo increíble de estas experiencias y del crecimiento de la biotecnología animal se da porque, en la medida que se van conociendo mayor cantidad de genomas, las comparaciones pueden ser más productivas en el cruce de la información.

Actualmente, los expertos toman la información de los genomas del ratón y los humanos (ya descubiertas) porque hay pedazos de cromosomas muy grandes que se comparten y hasta son iguales, así como otros no lo hacen o están invertidos.

La verdad se encuentra dentro de esas partes de la genómica comparativa que es tan útil y necesaria para nuevos descubrimientos. Según el Instituto Nacional de Salud estadounidense la parte de maquinarias y herramientas para nuevos avances es la misma que se creó para el descubrimiento del ADN humano y, en base a ello, se pueden reducir mucho los costos. Tanto es factible que se viene la obtención de secuencias genéticas como la de aves, pollos y otras especies que pueden permitir un cambio en el enfoque y análisis de la información.

En poco tiempo crecerá la demanda de profesionales y las nuevas fuentes laborales en estas áreas se acrecentarán. Se buscarán personas capacitadas que conozcan como se generó la información genómica, fórmulas matemáticas y métodos estadísticos, así como desarrollos de algoritmos o formas de análisis para datos que están o podrían tener una funcionalidad biológica.


Los buscadores de genes
En el mundo, los formadores de recursos humanos están apuntando a los bioinformáticos, profesionales que conocen de biología -como funciona el ADN- y están capacitados para analizar grandes bases de datos.

A futuro existirán empresas oferentes de servicios denominados "buscadores de genes". A estas firmas se les podrá pedir el hallazgo de un gen que facilite una mayor terneza en la carne, una leche de vaca que tenga más proteínas que la leche materna, o una que contenga proteínas para aplicaciones industriales.

Aunque parezca un sueño, hace poco se logró un animal transgénico (cabra) cuya leche contiene proteínas con una resistencia similar a las de las telas de araña. Su hilado permite obtener una fibra purificada de extraordinaria resistencia para la fabricación de chalecos antibalas y otros implementos de seguridad.

En Canadá ya se habla del clonado reproductivo con fines agropecuarios como los bovinos con resistencia a enfermedades específicas como el mal de las vacas locas.

Además, la reclonación es parte de lo nuevo y la clonación con fines terapéuticos no está muy lejos de producir, entre otras cosas, células pancreáticas para terminar con la diabetes.

En poco tiempo se producirán órganos animales.