Año CXXXVI Nº 49904
Política
Economía
La Ciudad
La Región
Información Gral
Opinión
El Mundo
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Autos
Escenario
Salud


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 13/07
Mujer 13/07
Educación 12/07
Campo 12/07


contacto

servicios

Institucional

 miércoles, 16 de julio de 2003

Lecturas para no videntes
La digitalización permite que personas con baja visión escuchen libros a través de computadoras. En Rosario dos bibliotecas cuentan con este servicio

María Laura Favarel / La Capital

Gustavo es ciego y estudió Ciencias Políticas con ayuda de sus compañeros. Los libros los "leyó" de grabaciones de casetes. Hoy todo es muy diferente. Los estudiantes acuden a la bibliotecas, se sientan frente a una computadora y así leen y estudian.

La revolución tecnológica acercó los libros a los ciegos. Programas específicos permiten "traducir" los escritos a programas especiales a través de los cuales los no videntes pueden leer textos de bibliotecas de todo el mundo, conectarse por e-mail o navegar por la red sin inconvenientes. En Rosario dos bibliotecas públicas cuentan con este sistema.

En octubre cumplirá 10 años el servicio de lectura para ciegos de la Biblioteca Argentina. Allí técnicos ciegos transforman los libros al sistema que permite que cualquier no vidente pueda escucharlos. "Muchos de los que consultan son estudiantes de la facultad, pero también hay quienes disfrutan de la lectura pasatista. No faltan las consultas de docentes que solicitan libros para niños de EGB y Polimodal", explicó Gustavo Carranza, encargado del servicio.

"Somos dos empleados ciegos que escaneamos los textos que nos solicitan, los corregimos y el usuario puede leerlo aquí, llevárselo en un diskette o recibirlo por correo electrónico. También se le ofrece la opción de imprimirlo en el sistema Braile", comentó Carranza.

Por su parte, la Biblioteca Estrada cuenta con 7.000 libros digitales. Los ciegos acceden a ellos a través de una computadora con voz electrónica.

El usuario utiliza la computadora como cualquier persona que sabe el teclado de memoria, escucha los mensajes que emite la máquina, a través de un programa lector de pantalla.

Mientras, en Buenos Aires se creó la primera y única biblioteca virtual hispana y gratuita para ciegos que cuenta con 800 socios distribuidos en 28 países. Tiflolibros es el nombre de la biblioteca virtual que funciona en una página de Internet: www.tiflolibros.com.ar

La literatura infantil y juvenil y los manuales escolares tienen un lugar entre los 5.988 títulos disponibles en Tiflolibros.

Los usuarios acceden en forma virtual a los libros a través de la sala de audio que tiene un espacio llamado "La Bohardilla de los chicos", en la que voluntarios dejaron su voz grabada interpretando cuentos y radioteatros para niños.

Si la computadora tiene instalado el programa "Jaws" (mandíbulas, en inglés), que decodifica en sonidos la información de la pantalla, el usuario también puede disfrutar de aquellos libros que fueron digitalizados en un formato especial -el tiflolector o TFL-, que desarrollaron los técnicos del portal. De esta forma pueden escuchar cómo una voz sintética les recita los textos escogidos respetando incluso su puntuación.

Este programa también les permite utilizar el correo electrónico, a través del cual Tiflolibros organizó dos servicios: un boletín de novedades y una lista de discusión en la que participan 450 personas.

Los coordinadores del portal aseguraron que "en una tarea administrativa, una persona ciega puede manejar una computadora al mismo nivel que otra que ve bien".

La tiflotecnología, aquella que las personas ciegas utilizan para adaptar su realidad al mundo que les toca vivir, tomó su nombre de Tiflos, la isla del Mediterráneo a la que los griegos solían enviar a los ciegos de su comunidad. Tiflolibros comenzó hace cuatro años por iniciativa de una docente y su marido, Pablo Lecuona, que utilizan sus ratos libres para optimizar la biblioteca que crearon.

"Todo empezó como algo entre amigos", contó Mónica Vilar. Unas doce personas se juntaron para compartir los libros que tenían digitalizados y con el tiempo el proyecto fue creciendo.

La idea es que los usuarios aporten relatos contados por ellos mismos o grabaciones propias. Para ello organizarán un concurso de cuenta cuentos que se colocarán en la página para que los visitantes voten por los que más les gusten.

enviar nota por e-mail

contacto
buscador

Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
En Internet hay más de 25.000 títulos.

  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados