| sábado, 12 de julio de 2003 | Al menos tres golpes violentos en 70 días en la autopista a Santa Fe Demencial balacera a un transporte de fármacos, un enigma que se repite Esta vez rociaron a tiros en San Lorenzo a una Ducato que iba vacía, cuyo chofer y custodio fueron baleados La violenta emboscada y asalto a una camioneta de la empresa CTD, en el cual resultaron heridos un chofer y un custodio sobre la autopista Brigadier López a la altura de San Lorenzo, plantea dudas a los investigadores con relación a la carga que oficialmente transportaba el utilitario. Los delincuentes se apoderaron de una saca en la que, según se informó ayer, había documentación de una importante droguería. Pero a los voceros consultados no termina de cerrarles una cuestión: que el espectacular tiroteo y persecución que se produjo antenoche en plena autopista haya tenido por objetivo sólo un montón de papeles.
Pero incluso este atraco no es un hecho aislado. Otro vehículo de la misma empresa había sufrido una encerrona parecida a la de antenoche hace unos 15 días, pero sin que se produjera un desenlace tan violento. Además en la misma zona, en el ingreso a la autopista Rosario-Santa Fe, un grupo de seis hampones se robó dos camiones cargados con 33 mil pesos en remedios el 28 de abril pasado. Esos vehículos pertenecían a otra firma, pero eran custodiados por la empresa Casi, la misma que brinda sus servicios para CTD.
Convencidos de que en el atraco de anteayer todo se desencadenó por una batida interna, los encargados de investigar el episodio no descartaban ayer que en el vehículo, además de papeles, se transportara una fuerte suma de dinero o un importante cargamento de medicamentos o psicofármacos. Mientras tanto, el chofer Pedro Altamirano y el custodio Carlos Hugo Carlini, empleado de la agencia Casi, se recuperan de las heridas en el Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria. El que llevó la peor parte fue Altamirano, quien recibió un disparo en la espalda que quedó alojado cerca de un pulmón y del corazón. A Carlini, un policía retirado de la Federal, lo balearon en una pierna y en un glúteo.
Los dos hombres estaban a cargo de una camioneta Fiat Ducato perteneciente a la empresa de transportes CTD. Según indicaron a La Capital fuentes policiales, el vehículo tenía la misión de llevar una saca a la sucursal Santo Tomé de la Droguería del Sud. Esa firma tiene su sede central en Capital Federal y la filial Santo Tomé es la más grande del interior del país. La carga había sido despachada desde la sucursal Rosario, ubicada en sobre Valparaíso al 800, el jueves a la noche.
La camioneta asaltada hacía siempre el mismo recorrido. Todas las noches la Ducato retiraba una bolsa en calle Valparaíso que debía llevarse hasta Santo Tomé. De acuerdo a datos obtenidos por este diario de fuentes cercanas a la investigación, nunca se sabía qué había dentro de la bolsa. Lo cierto es que el rodado viajaba casi vacío hasta las cercanías de la capital provincial y luego, cuando regresaba a Rosario, lo hacía atiborrado de fármacos.
El jueves a la noche, Altamirano y Carlini tomaron por la autopista Brigadier López en dirección al norte. Cuando circulaban a la altura de Granadero Baigorria apareció un Fiat Duna con tres o cuatro hombres en su interior que comenzaron a hostigar con disparos de armas de fuego a los ocupantes del utilitario para que se detuvieran al costado de la ruta. Voceros de la Unidad Regional XVII con asiento en San Lorenzo consignaron que Carlini repelió el ataque, lo cual desencadenó una furiosa respuesta de los asaltantes.
”Como el custodio se defendió, los asaltantes se pusieron detrás de la Ducato y abrieron fuego. Creería que los delincuentes no esperaban la reacción del vigilador y que la situación se les fue de las manos”, opinó un sabueso de San Lorenzo. La camioneta de CTD recibió entre 8 y 10 disparos “de arma de grueso calibre”, según describió otra fuente de la misma regional. Uno de los disparos le pegó al conductor en la espalda y lo hizo perder el dominio del rodado, que se cruzó al cantero central y se pasó de carril para terminar volcado con las ruedas hacia arriba a metros de la banquina. Los hampones se acercaron al vehículo siniestrado con sus ocupantes malheridos y del interior tomaron sólo una saca que contenía documentación y valores, como cheques cruzados. Después huyeron en dirección al sur, es decir hacia Rosario, y a unos 4 ó 5 kilómetros abandonaron sobre la misma autopista abandonaron el el auto y lo prendieron fuego.
Una versión muy fuerte que circuló esa misma noche indicaba que el interior del coche habían quedado las armas de la banda, pero una alta fuente policial de la UR XVII la desmintió ayer a la mañana. “No había armas y el auto quedó incinerado completamente", agregó el funcionario policial. El coche tenía matrícula WSR 665 y había sido robado a fines de junio en la zona de la seccional 7ª de Rosario.
"Que hayan incendiado el auto demuestra que es una banda muy bien organizada y muy pesada. Vaya uno a saber qué había dentro de esa bolsa", opinó un investigador de la policía santafesina. Un comisario de San Lorenzo que pidió reserva de nombre estimó que el grupo pudo contar el apoyo de otro vehículo, al cual se subió luego de incendiar el Duna.
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