El ex presidente calificó de "pragmática" la tarea del sureño

Duhalde se reencontró con Kirchner y avaló su gestión

Pese al malestar existente en la tropa del bonaerense, el jefe del Estado y su antecesor obviaron los temas ríspidos

A 24 horas de haber regresado de sus vacaciones por Europa, el ex presidente Eduardo Duhalde se encontró ayer con su sucesor, Néstor Kirchner, para manifestarle su apoyo al gobierno, avalar la política "pragmática" que lleva adelante con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y celebrar la relación que pudo entablar el jefe del Estado con la gente.

El ex mandatario bonaerense almorzó con Kirchner y su esposa, la senadora Cristina Fernández, en la quinta de Olivos, donde Duhalde manifestó su "convencimiento" de que se han dado los pasos necesarios que le permiten al presidente tener una "buena relación" con la gente.

Según confió el ex vocero presidencial de Duhalde, Luis Verdi, el ex jefe del Estado dio por terminado, por otra parte, el debate en torno de la posibilidad de modificar la lista de diputados nacionales por Buenos Aires. "Son cosas que ya están definidas. Hubo internas, se hicieron todos los pasos legales, no se puede modificar, esto ya se hizo, no se puede toquetear", afirmó Duhalde, según las palabras de Verdi.

Tanto Kirchner como el ex presidente se "pusieron de acuerdo en diluir cualquier tipo de conflicto" que se pretenda instalar, dijo el ex vocero, tras lo cual aseguró que "ni el ex presidente recibió comentarios de apertura de listas, ni el jefe del Estado los hizo".

El encuentro se produjo en medio del estado de efervescencia que se vive en el duhaldismo, a partir de que el kirchnerismo pretende tener juego propio en la provincia que domina el ex mandatario bonaerense desde hace años y también dentro del PJ nacional.

Días atrás, trascendió a la prensa que desde el kirchnerismo buscaban abrir la lista de diputados nacionales por Buenos Aires para colocar referentes propios, al tiempo que Solá pretendía modificar también la nómima para cambiar algunas caras que consideraba "indeseables", entre ellas la del ex canciller Carlos Ruckauf.

La desconfianza con la gente de Kirchner quedó, no obstante, sembrada en las huestes duhaldistas, entre otras cosas, porque el presidente reemplazó a funcionarios que venían de la gestión anterior y respondían al ex presidente por referentes propios.

Ayer, fuentes gubernamentales admitieron que durante la comida -que se prolongó por una hora y media- hablaron de "todos los temas, incluido el del Pami y las internas partidarias", aunque insistieron en que Duhalde y Kirchner son "dos amigos, tienen muy buena relación y muy buena sintonía".


Confianza recuperada
Verdi aseguró, a su vez, que Duhalde "celebró que el rumbo que se ha tomado le haya permitido (al gobierno) recuperar la confianza de la gente" en la política y felicitó al presidente porque, según dijo, él cree que "las cosas marchan bien".

Duhalde le transmitió además a su sucesor que le parecía "muy bien la postura de haber iniciado su gobierno con una convicción mercosuriana muy fuerte" y avaló la "política pragmática respecto del Fondo y de las relaciones internacionales" que se llevan a cabo.

Asimismo, el ex mandatario le comunicó su parecer acerca de que en el exterior "veía que la imagen de la Argentina mejora sensiblemente".

Manifestó, en tal sentido, que si bien Kirchner era una "persona que empezaba su primera gira importante, ya tenía una prensa internacional que aparecía en Europa con buena predisposición hacia la Argentina y al gobierno".

Duhalde, según se estima, pasará los próximos días en su residencia de Pinamar, donde recibiría a numerosos dirigentes de la provincia de Buenos Aires. A su vez, no se descarta un encuentro con los gobernadores justicialistas y un viaje a Misiones para darle el apoyo al candidato Ramón Puerta, quien se enfrentará con Carlos Rovira, más cercano al presidente Kirchner.

Duhalde y Kirchner quieren eludir los conflictos.