| miércoles, 09 de julio de 2003 | Tres procesados por la guerra de las farmacias A los tres les imputan una tentativa de extorsión. Dijeron ser emisarios de un conocido farmacéutico rosarino Dos hombres y una mujer fueron procesados por tentativa de extorsión en perjuicio de la titular y los empleados de una farmacia céntrica a los que, después de amenazar y golpear, les robaron la recaudación del comercio y los echaron del local que atendían. En su declaración ante la Justicia, uno de los ahora procesados dijo que el hecho había sido "encargado" por un reconocido farmacéutico rosarino cuyos locales son promocionados por hacer importantísimos descuentos en medicamentos.
La medida recayó sobre Silvia Caprioglio, dueña del local donde se desarrollo el episodio, y dos hombres de apellidos Perotti y Medina. Según una denuncia radicada el pasado 25 de febrero en los Tribunales rosarinos, la mañana de aquel día el trío llegó hasta la farmacia Suiza, de Sarmiento al 800, y sorprendió a los empleados en el momento en que ingresaban a trabajar. Tras reducir a todos los presentes, entre quienes estaba la farmacéutica Roxana Vinciguerra, los intrusos los obligaron a tirarse al piso con golpes y amenazas. Después, según la denuncia, robaron unos 1.700 pesos que había en la caja y echaron a sus víctimas a la calle.
Así las cosas, los empleados llamaron a la policía y cuando las patrullas de la seccional 2ª llegaron al local detuvieron a las tres personas que se habían encerrado dentro del comercio. En la cartera de Caprioglio hallaron el dinero sustraído de la caja y embolsado tal cual lo había denunciado el cajero del comercio. Y en poder de Medina un plano con anotaciones en las cuales constaba el lugar donde habitualmente estacionaba su auto el administrador de la farmacia, José Antonio Iborra, quien ayer dijo a La Capital que "el hecho se inscribe en el marco de una guerra despiadada desatada por un farmacéutico que quiere quedarse con el mercado rosarino aún a través del delito para ganar".
En ese marco, dijo Iborra, "ese farmacéutico contactó a Caprioglio para comprarle el comercio echándome a mí y a la farmacéutica y la mujer, con sus dos matones, llegó aquel día para llevar adelante el acuerdo y quedarse con su local vacío, haciendo caso omiso al contrato que nosotros tenemos con ella por el alquiler del inmueble".
Días después, en el marco de las declaraciones indagatorias a las que fueron sometidos, Medina dijo ante el juez que "tenía órdenes del (farmacéutico Daniel) Peresotti para hacer el trabajo y liquidar a Iborra", según confió ayer la defensora de la víctima, Silvina Dagostino. Por su parte, la mujer apresada admitió que ella había sido la que dibujó el plano que se halló en poder de su cómplice.
Con todos esos elementos en su poder, el juez Luis María Caterina procesó al trío por tentativa de extorsión, delito que no habría llegado a concretarse por la llegada de la policía. Ayer, la abogada Dagostino reconoció que la medida le causó cierto "disgusto" porque en su decisión "el magistrado no se expidió en torno a la imputación primaria, que era la de retención indebida de la farmacia, amenazas y lesiones leves en perjuicio del personal y el robo del dinero de la caja". enviar nota por e-mail | | |