| miércoles, 09 de julio de 2003 | El crimen que desató una pueblada Reconstruyeron el asesinato de Cignoli Apareció un nuevo testigo, que dio un relato poco verosímil e increpó a la jueza Silvia Nogueras Gustavo Orellano / La Capital Arequito.- "Hubo algunas contradicciones, pero tenemos que evaluarlas". Esa fue la escueta conclusión a la que arribó la jueza penal de Casilda, Silvia Nogueras, tras la reconstrucción del homicidio de Luis Cignoli, el joven asesinado de una puñalada el pasado 16 de junio por Carlos Núñez, quien continúa detenido como único imputado en el caso. No obstante, las diferencias evidenciadas por los testigos no incidirían en el curso de la investigación ya que las circunstancias del hecho parecen ser lo suficientemente claras.
Tanto el confeso homicida, como los dos principales testigos del fatídico episodio, Héctor Ruffini y Jorge Bled, coincidieron en que Cignoli fue apuñalado tras golpear a Núñez, lo cual indicaría que la muerte se originó a raíz de una pelea. Esta versión se contrapone con el testimonio de una mujer que dijo haber visto a Bled y Núñez ir al encuentro de Cignoli.
Jorgelina Caminos dijo que se encontraba fuera del bar Status cuando observó que Núñez y Bled estaban sentados debajo de una pérgola y tras levantarse caminaron unos metros por el cantero, cruzaron la calle y fueron al encuentro de Cignoli. Caminos presenció el crimen desde unos cien metros. Dijo haber visto "un manotazo" contra Cignoli y negó que Bled hubiera participado de la agresión. El relato dejó serias dudas, porque la mujer aportó detalles que resultan difíciles detectar en la oscuridad y a la distancia en que se encontraba.
Caminos se mostró nerviosa y le recriminó a la jueza el hecho de haberle pedido que participara de la reconstrucción. "Le dije que no me molestara", se atrevió a decirle a Nogueras en una actitud que sorprendió a propios y extraños. "No sea irrespetuosa, estamos investigando una muerte y usted prestó juramento de decir la verdad", le contestó la jueza.
La reconstrucción comenzó pasada la medianoche del lunes y culminó alrededor de las 3 de ayer bajo un operativo de seguridad donde confluyeron ochenta efectivos de las unidades regionales II y IV.
La medida fue observada desde lejos por un reducido grupo de vecinos que se concentró para insultar a Núñez al grito de "asesino". Algunos también le gritaron "cómplice" a Bled.
El confeso homicida aseguró haber sido golpeado por Cignoli antes de asestarle la puñalada con la que le causó la muerte. Dijo que venía caminando junto a Bled cuando vio estacionar un Peugeot azul en San Martín al 1400. Según su versión, Cignoli bajó del vehículo y tras pegarle una cachetada en la cara y una trompada en el pecho, retrocedió unos pasos y volvió a atacarlo. Núñez dijo haberse agachado para esquivar una trompada y que, desde esa posición, sacó un cuchillo de entre sus ropas y le asestó la puñalada mortal.
A su turno, Héctor Ruffini, quien acompañaba a Cignoli, contó que subió a la víctima al coche, colocándolo sobre su cuerpo y, sin cerrar la puerta, alcanzó a hacer unos cien metros hasta caer junto con la víctima frente al bar Status. Allí pidió auxilio hasta que pasó una camioneta con la que llevaron a Cignoli hacia el hospital, pero ya era tarde. En tanto, otro joven, quien falleció días atrás en un accidente motociclístico ocurrido en Arequito, tomó el auto de Cignoli para dar parte a la policía.
Núñez, Bled y Ruffini coincidieron en cuanto a las circunstancias generales del hecho, pero difirieron sobre la posición que ocupaban los protagonistas en la escena del crimen.
Por su parte, Horacio Zamboni, abogado patrocinante de la familia Cignoli, avaló el testimonio de Caminos. "Es el único que coincide con la herida que tiene Cignoli", dijo. enviar nota por e-mail | | |