| miércoles, 09 de julio de 2003 | Triunfo insuficiente Central Córdoba tuvo grandeza pero no le alcanzó Gustavo Yarroch / La Capital Hay dos maneras de despedirse de un campeonato. Una, la menos halagüeña, ofreciendo una imagen desabrida, apática, triste. Y la otra, la única capaz de dejar una sensación de tranquilidad interior, transpirando la camiseta y luchando por el objetivo hasta el final. Esto último fue lo que hizo Córdoba antes de irse con la frente en alto del Reducido. Le ganó 2 a 1 a All Boys y, de no ser por dos tapadas brillantes de De Nicola y por esa pelota caprichosa que dio en un palo, hoy estaría festejando el pasaje para jugar la Promoción. Pero hay algo más importante aún: Córdoba tuvo valentía, arrojo, vergüenza deportiva. Grandeza futbolística en estado puro.
Después del 1 a 0 sufrido en el choque de ida, el conjunto de Tablada necesitaba ganar por dos goles para luchar ante El Porvenir por un lugar en la B Nacional. Y en los veinte minutos iniciales, All Boys neutralizó las aspiraciones charrúas defendiéndose de la mejor manera: manejando la pelota lejos de su arco. Córdoba se despertó a partir del empuje de Vella, su principal arma ofensiva. Absorbido Calabrese por la marca pegajosa y de a ratos sucia de Groothuis, apagado Petrovelli y aislado Guffanti, el lateral se cargó el equipo al hombro con sus proyecciones y su búsqueda incesante.
Entre los 25 y los 32 minutos, Córdoba pasó 2 a 0 arriba. Primero con un córner de Calabrese al que Melli le desvió la trayectoria. Y después con una volea espectacular de Vella, quien un ratito antes había estado cerca de la apertura. All Boys alcanzó el descuento -al cabo salvador- sobre los 38 en una jugada muy afortunada, casi un calco del segundo gol del Chelo Delgado al Santos en la primera final de la Libertadores. Bernuez mandó un tiro libre en forma de centro, el pique en el área chica sorprendió a Cancelarich y el balón viajó hacia la red ante la sorpresa de todos.
En aquel vibrante primer tiempo, Brandán se perdió dos goles increíbles. Cuando reanudaron, Cancelarich tapó un remate peligroso de Solchaga. Además de claridad, al dominio de Córdoba le faltó esa indispensable cuota de suerte que necesita todo equipo con pretensiones: a los 16, Calabrese ejecutó un córner, Guffanti la peinó y el tiro de Vella dio en el palo. Córdoba insistió hasta el cierre de todas las formas. De Nicola atrapó en dos tiempos un disparo picante de Guffanti. Entraron Ferreyra, Quintana y Oliva, quien estuvo a punto de convertirse en el héroe como ante Estudiantes (el arquero alcanzó a manotearle un tiro al córner en el quinto de los seis minutos de descuento).
Pasó All Boys, al cabo. Por su ventaja deportiva, por las tapadas de De Nicola y porque la fortuna estuvo de su lado. Son cosas que suelen pasar, viejo y querible charrúa. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Aira no pudo frenar al delantero de All Boys. | | |