En 1999 la Justicia la obligó a invertir y cumplió en un 20%

La provincia desoyó fallos que exigían equipar a los bomberos

No había inversión desde 1978. Creen que el déficit fue fatal en el incendio del edificio de la Facultad de Derecho

La provincia desoyó en los últimos años dos sentencias judiciales que la obligaban a equipar a los bomberos Zapadores de Rosario, y sólo invirtió el 20 por ciento de lo ordenado. Así lo denunció el Instituto de Derecho Ambiental, dependiente del Colegio de Abogados, cuyo presidente, Enrique Zárate, interpuso oportunamente ambas demandas. "La Facultad de Derecho y el Museo Angel Gallardo fueron testigos del no cumplimiento de estas sentencias", razonó el profesional en una entrevista con La Capital.

Junto al secretario del Instituto, Andrés Payró, Zárate recordó que en diciembre de 1998 se inició la primera acción para que se proveyera de elementos y equipamiento a los zapadores. Se trataba de una acción popular por la ley 10.000 de intereses difusos "con el objeto de que el gobierno provincial arbitrara los medios para adecuar el equipamiento de los bomberos zapadores de Rosario", aseguró el presidente del instituto.

La demanda, explicaron los profesionales, se motivaba en la falta de elementos, la que "había quedado evidenciado en numerosas intervenciones que por esa época tuvieron los bomberos".

Como ejemplo, comentaron que la única escalera en funcionamiento llega con esfuerzo hasta un sexto piso, mientras que en Pellegrini entre Ayacucho y Oroño hay aproximadamente 50 estructuras de más de diez pisos. Y ni hablar de las torres de las avenidas Belgrano, del Huerto y Wheelwright, o los edificios del área cercana al Monumento y otras zonas del microcentro. En este marco, el equipamiento de altura se convirtió en la mayor preocupación para los demandantes, pero no en la única.

"Durante el juicio se pudo demostrar que la causa real de dicha situación radicaba en la absoluta desinversión por parte del Estado provincial en los cuerpos de bomberos", abundaron, para recordar que la última inversión importante había sido en 1978, seguramente pensando en el Mundial de Fútbol.

En agosto de 1999, el juez en lo civil y comercial de la décima nominación, Mario Chaumet, hizo lugar a la demanda y condenó a la provincia a ejecutar un plan de equipamiento. Plan que, dicho sea de paso, había sido presentado por las mismas autoridades en el expediente. El juez le dio al gobierno seis meses para cumplir con lo prometido.

"Sin embargo, la provincia solamente cumplió con el 20 por ciento del monto al que estaba obligada por la sentencia. Compró un vehículo de rescate, un utilitario, un camión cisterna y equipo de protección personal para los bomberos, además de algunas máquinas, computadoras, sogas y mangueras. Pero lo más urgente y oneroso, como todo el material para trabajar en altura, no fue comprado", protestaron los profesionales.

Así las cosas, se inició un nuevo juicio, llamado de "cumplimiento de sentencia". El 22 de marzo de 2002, el juez Ricardo Heitz dictó una nueva condena al Estado, al que sentenció a que en no más de cien días cumpliera con el total del plan de equipamiento.

"Pasaron los días y la provincia no cumplió. Se la intimó para que informara si estaba en marcha licitar el faltante -señaló Payró-. El gobierno dijo que había hecho algo. Pero fue recién el 30 de junio, dos días antes del incendio en el edifico de Moreno y Santa Fe, que se publicó en el Boletín Oficial el llamado a licitación de elementos de rescate para altura. Eso sí, no sabemos a qué unidad regional será destinado, ni qué tipo de equipamiento ha sido previsto, y queda pendiente lo referido a las autobombas".

Para Zárate, la Facultad de Derecho y el museo fueron "mudos testigos del faltante de equipamiento y el no cumplimiento de esta sentencia. Quedó claro que se declararon dos focos de incendio, y que se tuvo que optar por combatir uno de ellos. Esto evidentemente agravó los daños que se produjeron al patrimonio público, porque prolongó por más tiempo el avance del fuego".

Ambos profesionales se preguntan cuántos incendios más deberán ocurrir para que se cumplan las sentencias.

La mudanza del Gallardo se postergó por el tiempo.