| miércoles, 09 de julio de 2003 | A todo pulmón Nada se sabe si no lo decimos. Desde este lugar que La Capital brinda a sus lectores, hago llegar mi más profundo agradecimiento al equipo médico del servicio de Traumatología sala 10, del Hospital Centenario, por la atención humana y profesional que recibí. Ante la cruda realidad que vive nuestro país, la sociedad muestra día a día su trama raída y endeble, con un sistema de salud colapsado, sin los insumos necesarios y desbordado por la gran cantidad de pacientes que requieren del hospital público. Tuve la oportunidad de observar cómo luchan a brazo partido por el bien de sus semejantes. Nadie se va sin ser atendido, honrando a la vocación que llevan muy dentro de sí. Veamos todo lo positivo que esto encierra y sirva para hacernos reflexionar, rescatando los valores que se ha tragado la irreverencia. En las personas de los médicos residentes, doctores Andrés Marroni y Mauro Donatti, va mi agradecimiento a todo el plantel de traumatólogos que conforman el equipo, por el interés puesto de manifiesto en el problema que me afectó. Vivencias como éstas reconcilian con la vida, refuerzan la fe y nos permiten renovar las esperanzas. Mil gracias, desde lo más profundo de mi corazón por tan valioso aporte en bien de la salud de la población.
Ivonne Drake
enviar nota por e-mail | | |