Bariloche: Delicias de Los Andes

El IV Encuentro Gastronómico Internacional de la Patagonia que acaba de finalizar en Bariloche, tuvo una convocatoria y un despliegue que demostraron que el arte culinario figura entre sus principales atractivos. A lo largo de tres días hubo clases magistrales a cargo de cheff, imponentes cenas, deliciosas degustaciones y sorprendentes demostraciones de coctelería, que se combinaron con numerosos y variados stands de comidas.

El congreso atrajo a cocineros, hoteleros, restaurateurs y otros vinculados al mundo de las ollas, las sartenes y el turismo.

El encuentro comenzó con una de las tres cenas temáticas programadas: "La noche del cordero", en el restaurante Rincón Patagónico. Las otras dos cenas fueron "Luna Marina", en el restaurante de la Familia Weiss, con un menú de ostras, ahumados y pescados, y "Delicias de los Andes", en el hotel Panamericano, compuesta por preparaciones de liebre, ciervo y piñones, este último el fruto de las araucarias patagónicas.

El epicentro fue el hotel Panamericano, donde las clases magistrales y las demostraciones convivieron con los stands de productores y comercios, mientras que en el salón de las Américas el show culinario fue sensacional.

En el escenario los cocineros mostraron paso a paso su arte, impregnando el entorno con aromas exquisitos, en tanto que en uno de los costados una pantalla gigante mostraba cada proceso y la puesta en escena era musicalizada por un grupo en vivo.

Tanto las clases magistrales como los talleres y los stands invitaron al público a degustar los productos, siempre con excelente respuesta. Los stands mostraron ahumados y productos de granja, café, vinos y champagnes, elementos de bazar, artesanías, cursos de cocina, publicaciones especializadas y hubo hasta una exhibición de hornos de barro de fabricación casera.

Semejante encuentro no podía sino tener un epílogo de excepción, como lo fue el de El Fundo, en Colonia Suiza, que ofreció a los participantes un "curanto", comida de origen indígena patagónico, en el que los alimentos se cocinan bajo tierra.