| domingo, 29 de junio de 2003 | Poner la oreja Diálogo en la pareja "La imagen que mejor representa la crisis corriente en la pareja es la escena de historieta en la que el hombre se sienta a almorzar con el diario tapándose la cara, mientras la mujer permanece detrás con deseos de conversar", dice la licenciada en Filosofía, becaria del Conicet y autora de varias publicaciones referidas a la filosofía de la vida cotidiana, Roxana Kreimer.
Kreimer parte, en sus análisis, de las investigaciones de la lingüista norteamericana Deborah Tannen que se dedicó a estudiar la forma en que los diversos estilos conversacionales Ðpor género, etnia, tribu o edadÐ establecen pautas decisivas de comunicación o de incomunicación, entre las personas.
En sus trabajos sobre cómo hombres y mujeres se desenvuelven de manera diversa en la conversación, Tannen arranca de unos estudios de la década del •70 en los que la mayor parte de las mujeres entrevistadas Ðy muy pocos hombresÐ dijeron que la falta de comunicación había sido la causa principal de su divorcio. En esos estudios las mujeres se referían a problemas en la comunicación: "el no me escucha", "el no me habla", eran las quejas más frecuentes.
Tannen observó, al igual que aquellos colegas de la década del 70, que las mujeres desean antes que nada que sus parejas sean compañeros conversacionales. Sin embargo, pocos hombres comparten esta expectativa con ellas.
Para Kreimer, las mujeres y los hombres tienen impresiones diferentes sobre la comunicación en el ámbito de la pareja, situación que debería ser rastreada en la forma diversa en que juegan los niños y las niñas, en las estructuras organizacionales y en las normas interactivas de cada género.
"Para las mujeres, como para las niñas, la intimidad es la fábrica de las relaciones, y la conversación es el hilo con que se hilvanan. Las niñas crean y mantienen amistades a través del intercambio de secretos; en forma análoga, las mujeres encuentran en la conversación el pilar de la amistad. La mujer espera que su pareja sea una nueva y mejorada versión de su mejor amiga", opinó la especialista.
Lo que prevalece para las mujeres es el sentido de intimidad, de vida compartida que emerge cuando las personas dicen lo que piensan, lo que sienten y cuentan sus impresiones.
Según la especialista las quejas de las mujeres en relación a que los hombres no las escuchan, tiene que ver con que cuando conversan, los hombres estarían más interesados en ofrecer report (información), y las mujeres ofrecerían y requerirían raport (empatía y comprensión).
Finalmente, señaló que los vínculos entre niños varones pueden ser tan intensos como los de las niñas, pero están menos basados en la conversación que en el emprendimiento de actividades conjuntas, y reforzó la idea de que estas diferencias no se acaban en el análisis conversacional ya que otros principios causales tienen un importante papel para jugar en el análisis de la comunicación humana. (Télam) enviar nota por e-mail | | Fotos | | Las mujeres dicen que los hombres no escuchan. | | |