| domingo, 29 de junio de 2003 | Los caprichos de la diosa fortuna Ricardo Luque / La Capital La portada de "Nevermind", el legendario disco de Nirvana, es impactante. Un bebé sumergido en una piscina de aguas cristalinas persigue un anzuelo del que pende una carnada irresistible: un billete de un dólar. La metáfora, que patentiza los excesos de la sociedad de consumo, no es novedosa, pero sí actual. Hoy los niños, que crecen con la nariz pegada a la pantalla del televisor, aprenden el valor del dinero antes que a balbucear "mamá". Y, cuando son grandes son capaces de sacrificar sus sueños por una moneda de níquel. Su lógica es perfecta: pagar es bueno, pero nada es mejor que lograr "satisfacción garantizada" gratis. Por eso la reunión organizada por Grupo 3 para lanzar la temporada de invierno 2003 fue un éxito. Los invitados, que en su mayoría no habían visto la nieve ni siquiera en el viaje de egresados, atestaron el salón del coqueto bar céntrico donde se realizó el cóctel. Llegaron atraídos por la promesa de que se sortearía un viaje a Chile para disfrutar las exclusivas pistas de esquí de Potrerillos y, en pocos minutos, agotaron la existencia el generoso catering dispuesto para la ocasión y se despacharon con una cantidad incalculable de botellas de gaseosas, cerveza y champagne. Andrea Rodríguez, relaciones públicas del local, corría de un lado al otro con el pelo en llamas. A su lado Javier Arrizabalaga veía cómo los bocaditos desaparecían ante sus ojos sin que, a pesar de sus manotazos, llegara siquiera a acariciarlos. En un rincón, Viviana Rojo pugnaba por una copa de vino espumante, mientras luchaba por mantener a raya a la legión de latin lovers que intentaba acercarse a su hermanita menor. Un muchacho rollizo, que lucía una prolija barba candado, estuvo a punto de llegar hasta la joven, pero fue desplazado (ilícitamente) por Adrián Gallo, ejecutivo de ventas de Canal 3, en su veloz carrera para hacerse del cuello polar con el que la diosa fortuna lo había bendecido. Su alegría era desbordante. Sonreía como un niño con un juguete nuevo. Con unos años menos hubiera sido el modelo ideal para la portada de un álbum de grunge. enviar nota por e-mail | | |