| domingo, 29 de junio de 2003 | Mercados: La plaza, más cerrada que nunca Salvador Di Stefano / La Capital El gobierno nacional puso restricciones al ingreso de capitales especulativos del exterior, y de ahora en más quien desee ingresar dólares a nuestro país lo deberá hacer por un plazo no menor a 180 días. De esta forma se tiene un mercado cambiario en el cual están restringidas tanto la llegada como la salida de divisas.
Este escenario no brinda incentivos para traer divisas y tampoco existe posibilidad para sacarlas dado el control de cambios existente. Así, la oferta de dólares proviene del saldo de la balanza comercial que por ahora luce muy positivo, pero que con el correr de los meses se irá acotando, porque con un tipo de cambio de 2,80 no hay posibilidad de seguir aumentando las exportaciones y las importaciones comenzaran a crecer a un ritmo más alto, dado la pérdida de competitividad de la economía.
Poner restricciones al ingreso de dólares del exterior para invertir en el mercado de acciones y títulos es quitarle posibilidad de negocios a estos mercados. Por ello, una vez conocida la noticia el arbitraje a la baja fue automático: la Bolsa cayó en dos días más del 8% y con menos volatilidad descendieron los títulos públicos.
Poner restricciones al ingreso de capitales en un país que se caracteriza por expulsarlos luce cuanto menos ridículo. Una medida de este tipo sólo resulta coherente para quien no cree en el mercado y piensa que es imperfecto.
Los mercados deben estar desregulados y son imperfectos si el Estado interfiere en los mismos con leyes que no permiten su libre movilidad. Con todos los controles que pesan sobre el mercado cambiario tenemos un dólar de 2,80, dado que el mismo mercado le imponen altas restricciones que no permiten la demanda del billete. En cambio, alientan la oferta imponiéndole a los exportadores que liquiden sus divisas en el mercado local.
Hasta tanto no se libere la plaza no se sabrá cuál es el precio de equilibrio del dólar. Tomando hoy todos los pesos emitidos y como respaldo las reservas en el Banco Central el precio del dólar debería estar en niveles más altos que los actuales. Sin embargo, la maldición del mercado le llegó al equipo económico ya que colocó tantas regulaciones que ahora el dólar esta muy ofrecido y su caída complica la viabilidad del plan económico.
Hoy el ministro de Economía reconoce lo que desde hace meses se pregona desde esta columna: con un dólar por debajo de 3,00 las exportaciones dejan de ser competitivas (máxime con retenciones del 22%), el proceso de sustitución de importaciones llega a su techo, el efecto pobreza entre los tenedores de dólares comprados a 3,50 y el dólar a 2,80 es muy grande y opaca al consumo. Por último, un dólar en baja no alienta a que en el año 2004 se incremente la recaudación de ganancias sino todo lo contrario.
Esperando las elecciones Por lo tanto, hay sobradas razones para pensar que un dólar bajo sólo sirve para pasar las elecciones legislativas y provinciales sin ruidos con los actores sociales. En efecto, una suba del tipo de cambio traería como correlato un aumento de precios que impactaría en forma inmediata en la sociedad, produciendo un descontento que puede ser letal para los fines electorales pero positivo para la economía.
El problema es que se vota a corto plazo (las elecciones provinciales y legislativas se concentran entre septiembre y octubre) por ende el gobierno elige seguir haciendo la plancha en el año político más largo de la historia argentina. Las indefiniciones económicas permanecen desde diciembre 2001. Tres años en la historia de un país no es nada pero en la vida de cada uno de nosotros es demasiado y este es un costo que se paga. Apuntes para para cerrar junio y esperar julio:
u En junio los mercados de acciones y bonos mostraban una alta revaluación, por ende la toma de ganancias no sorprendió, julio será un mes mucho más tranquilo y se espera que el Merval busque posicionarse en torno de los 700 puntos y los bonos algunos escalones más abajo que los precios actuales.
u La tasa de interés debería ubicarse un escalón más arriba. El BCRA bajó los encajes para darle más liquidez al sistema y que no se produzcan saltos indeseados en los tipos de interés. Sin embargo esta excesiva baja de encajes coloca más vulnerable al sistema financiero a futuro.
u Los mercados mundiales siguen muy volátiles, en Estados Unidos bajan la tasa de interés ante el temor de que se profundice la recesión, buscan que los mercados accionarios comiencen a crecer y que la confianza de los consumidores se fortalezca, por el momento toda baja de la tasa no ha mostrado un cambio de expectativa económica importante, podemos caer en un escenario internacional en donde los países centrales largaran una carrera por ver quien baja más la tasa de interés y las devaluaciones competitivas son la norma, con grandes posibilidades de caer en un escenario de deflación.
u En conclusión julio nace como otro mes en donde hay que hacer la plancha, con tasas de interés en suba, acciones y bonos muy tranquilos y con el dólar estable aunque con posibilidades ciertas de que se ubique un escalón más arriba en función de las medidas más intervencionistas que adopta el gobierno. enviar nota por e-mail | | |