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 domingo, 29 de junio de 2003

Primera persona. El espesor de una pequeña memoria
Editorial Melusina publica "Sinopie" en su colección de poesía

Marcelo Rizzi (*)

En “Sinopie” he intentado dar cuenta de un viaje, si “viaje” pudiese para este caso entenderse como la travesía de un deseo. Y que este deseo volviese además sobre sus propios pasos para encontrar allí sólo fragmentos del sendero recorrido. Un espacio que es aquí experimentado por dos seres que hablan mientras observan trazos preliminares para la aplicación posterior de los frescos, y que al hacerlo intercambian sus voces en torno a la piedad o algunas experiencias de la sujeción, superponiendo en la demanda de la propia contemplación lo que traen cada uno a la escena de la memoria relatada.

Esto a su vez me acercó a tal vez una de las preguntas sobre el origen de la obra de arte: ¿es sólo un momento de la serie en el que nos instalamos para hablar de ella, o es por el contrario aquello que desde su polifonía o su silencio nos hace hablar?

Había por otra parte una historia concreta, cronológica. El Museo delle Sinopie de Pisa alberga los dibujos que constituían la base previa sobre el muro de la aplicación posterior del fresco. A causa de los bombardeos aliados en la segunda guerra mundial, éste último se había desprendido, “sacando a la luz” aquello que ya constituía otra obra de arte en sí misma. Esta escisión me parecía abrir todo un universo nuevo significativo, “separación” que operaba, efectivamente, como un desocultamiento, y no sólo por la fisicalidad o la vulnerabilidad de esos materiales plásticos utilizados en el tardo-medioevo italiano. Ello tenía para mí el espesor de una nueva y pequeña memoria, en el sentido de una voluntad que se esfuerza por recomponer una totalidad perdida y toma con retardo conciencia de lo escindido.

Con los poemas intenté hallar allí, en esas zonas de sombra y luz y en un diálogo con lo que ya no está, un mecanismo similar: un hilo delgado, imprevisible a veces, que por momentos recorriese los primeros y los organizase en torno a una serie, en un ejercicio de afirmación que consistiese menos en describir las escenas que en murmurar y transcribirlas.



(*) Marcelo Rizzi nació en Rosario en 1961 y reside en Londres.

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