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 domingo, 29 de junio de 2003

Lecturas. Radiografías de la violencia
Nuevas miradas sobre la ley y el delito en Argentina
Presentaron "Violencias, delitos y justicias en la Argentina" (Ed. Manantial) de Sandra Gayol y Gabriel Kessler

María Luisa Mugica (*)

Cuestiones tan controvertidas como son precisamente las formas de violencias, los delitos y transgresiones y los ejercicios de la justicia desde el período independiente temprano hasta la actualidad en la Argentina son los temas que recorre esta compilación de ensayos de Sandra Gayol y Gabriel Kessler. Estas problemáticas que tienen hoy un nivel de actualidad francamente indiscutible son examinadas en clave interdisciplinaria por los distintos autores que conforman el volumen mencionado constituyendo, por cierto, un novedoso aporte historiográfico.

Los autores focalizan su atención en el espacio urbano y rastrean las distintas manifestaciones que adopta la violencia física —y no simbólica— en la cual el cuerpo es el gran protagonista; violencia ejercida por individuos contra otros, en nombre propio o del Estado y las transformaciones en las formas delictivas. Las nociones de justicia que recorren el texto apuntan no sólo al ejercicio generado por el Estado que se reserva el derecho de castigar e imponer la ley, sino contemplan otras un poco más vagas, menos asibles, que tienen que ver con valores, códigos de conductas y creencias. Estas últimas refieren a interacciones entre sujetos y recorren desde los duelos —estrategia que se utilizaba en el siglo XIX para resolver problemas relacionados con el honor— hasta nuevas y más lábiles respecto a los códigos diferenciados en los grupos delictivos (profesionales y “pibes chorros”).

El libro rastrea ciertas imágenes y representaciones colectivas urbanas en clave de angustias culturales que se pueden encontrar en el pasado y en el presente. Sensaciones e incertidumbres con respecto a los otros, a los que circulan por la calle, que son visualizados como generadores del caos y la violencia. Se analizan así desde los “duelos entre caballeros” y los “duelos populares” clásicos en el siglo XIX y principios del XX hasta la constitución de estilos y agendas periodístico-policiales de ciertos medios de comunicación de nuestro país. Vemos cómo las historias de violencias, delitos y marginalidad encuentran un lugar y se convierten en un nexo entre la prensa y sus lectores.

El texto se ocupa, además, de los distintos modos de implementar justicia, instalando la pregunta acerca del castigo, las formas de penalización y quién se arroga el derecho de castigar. Se examinan distintas cuestiones: desde el viejo problema del orden público que atraviesa a la sociedad argentina del siglo XIX hasta otras más actuales relacionadas con el dispositivo carcelario y las perspectivas de los actores de la justicia frente a las nuevas prácticas sociales violentas. Es interesante ver cómo se produce el fenómeno de modernización punitiva en nuestro país, cómo se incorpora la noción de privación de la libertad y la prisión como tecnología de referencia de la nueva sociedad desplazando a la pena de muerte como noción organizadora del castigo. Asimismo se rastrea genealógicamente la construcción del término policía desde los siglos XVII y XVIII y se analiza la violencia ejercida desde las instituciones. En ese sentido ciertos rasgos continuistas entre el pasado y el presente se ponen de manifiesto, como por ejemplo la relación entre el poder político y judicial y el aparato policial, la subordinación del poder judicial al aparato policial, las dificultades de la policía para aceptar las decisiones judiciales, etcétera.

En la última sección del libro el principal interrogante tiene que ver con las transformaciones en las formas delictivas que se imponen en la sociedad argentina después de la dictadura militar. Estas modificaciones hablan acerca de la configuración de códigos de valores y comportamientos en las nuevas bandas de delincuentes, que incluyen entre otras el uso del argot, los tatuajes y las muertes violentas. Sin duda el debilitamiento de los lazos de cohesión social, la imprevisibilidad de los comportamientos individuales, la coexistencia de ocupaciones legales e ilegales vinculadas precisamente a la inestabilidad laboral y las transformaciones que en ese campo ha sufrido la sociedad argentina alrededor de los años 90, constituyen factores ineludibles a la hora de pensar las mutaciones en las formas de delinquir.

Finalmente, el libro escruta entonces problemas viejos/nuevos obligando al lector a preguntarse acerca de determinadas naturalizaciones instaladas socialmente en torno a los tópicos reseñados.



(*) María Luisa Múgica es profesora en la Escuela de Historia. Publicó "Sexo bajo control"

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