| sábado, 28 de junio de 2003 | Procesado por el crimen de un hombre que resistió un asalto Roberto Vélez murió baleado en Santa Fe al 5800. Acusan a un joven cadete Un joven de 22 años fue procesado por el crimen de Roberto Vélez, un hombre baleado al resistir un robo cuando reparaba su auto frente a su casa de Santa Fe al 5800. El imputado fue detenido luego de que cuatro personas vieran escapar en bicicleta al autor del asesinato y describieran sus rasgos a la policía. Tenía un arito bajo la boca, bermudas y campera de jean. Y en su mano derecha brillaba un arma. Cuando el hombre baleado agonizaba a la espera de una ambulancia, la policía apresó a un sospechoso en una heladería del barrio. El detenido jura que se confundieron de persona, pero para la Cámara Penal de Rosario hay escasas posibilidades de que el homicida sea otro y por eso confirmó su procesamiento, una instancia del proceso que lo enviará a juicio por el crimen.
Ahora Luciano Denhoff, de 22 años, afrontará un juicio por el delito de homicidio en ocasión de robo, que tiene una pena de 10 a 25 años de prisión. Lo acusan del crimen de Roberto Vélez, un conserje de hotel de 42 años que fue asesinado de un balazo el pasado 24 de marzo cuando reparaba su auto en la puerta de su casa de Santa Fe 5828.
Vélez, casado y con una nena de 5 años, fue sorprendido después de las 23 por un joven que se acercó con intenciones de robo. En ese momento su mujer, Liliana García, salió a preguntarle si necesitaba algo y se convirtió en testigo del homicidio cuando el agresor forcejeó con la víctima y disparó tres tiros. Uno hirió de muerte a Vélez en el abdomen mientras su mujer pedía a los vecinos que llamaran a la policía.
Tras los disparos, el asaltante huyó sin robar nada pero fue visto desde distintos lugares por cuatro testigos. Dos hombres que se encontraban dentro de un auto sobre Santa Fe lo vieron huir por calle Cuba al sur luego de escuchar los disparos. Casi al mismo tiempo, otros dos jóvenes cruzaron al ciclista cuando huía por calle Cuba en una "bicicleta playera roja".
Los automovilistas lo persiguieron, tomaron nota de cómo iba vestido y advirtieron que llevaba anudado al manubrio de la bicicleta la cámara de una rueda. Poco después aportaron su descripción a la policía, que apresó a Denhoff en una heladería del barrio y secuestró la bicicleta con la cámara. Uno de los testigos dijo entonces que el detenido "era un calco" del ciclista que había visto escapar.
Denhoff, quien hacía servicios de cadetería, fue procesado por la jueza de Instrucción Raquel Cosgaya pero su abogado apeló ante la Cámara Penal pidiendo que lo declararan inocente, entre otras razones, porque el dermotest y dos reconocimientos fueron negativos. El defensor sostuvo que de las pruebas del caso "sólo puede inferirse que Denhoff se hallaba en cercanías".
La resolución, sin embargo, fue confirmada por los jueces de la Sala I de la Cámara de Apelaciones. Para ellos, la valoración de las pruebas recogidas permite descartar que haya habido un error. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Liliana García, esposa de la víctima. | | |