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 sábado, 28 de junio de 2003

Puentes culturales para volver a la escuela
Puentes culturales para volver a la escuela
Prevalece el trabajo voluntario. Cuál es la relación con la institución educativa formal

Fabiana Monti / La Capital

En Rosario, cada vez son más las organizaciones que trabajan con el objetivo de vincular nuevamente a los chicos que desertan con la escuela. El trabajo es voluntario y también disperso. Por ello, a partir de un encuentro que organizó la Dirección de Educación Municipal, están intentando conformar una red que les permita intercambiar experiencias, a la vez de encontrar los mecanismos para una mayor comunicación con la educación formal.

La repitencia y la deserción escolar son temas que preocupan de sobremanera en el ámbito educativo. Las cifras por demás elocuentes divulgadas este año por el Ministerio de Educación de Santa Fe dan cuenta que, de 650 mil alumnos matriculados en toda la provincia -tanto en establecimiento privados como estatales-, un 8,4 % (casi 55 mil) no pasaron de año el ciclo pasado; a lo que se agrega, que un 30 % de los chicos que empiezan la Escuela General Básica (EGB), no la termina. En Rosario, la cifra alcanza el 9,5 %.

Si bien el ministerio lanzó este año un programa de mejoramiento pedagógico en 132 escuelas santafesinas -de las cuales 49 son rosarinas- existen un sinnúmero de organizaciones que trabajan con distintas estrategias para lograr que los chicos que desertan se vinculen nuevamente con la institución escolar.

"Lo que vemos es que la repitencia en realidad oculta deserción", explicó Laura Arocena, coordinadora del equipo de problemática del aprendizaje de la Dirección Municipal de Educación. "Los chicos van al comedor pero están dejando de ir a la escuela, porque antes la maestra decía: si venís a la escuela, podés venir al comedor. Pero ahora esto no se puede hacer", agregó.

Desde su perspectiva, esta situación-que incluye también a las escuelas de centro- tiene el agravante de que ante la grave crisis social y a partir de la implementación de la ley federal de educación, los alumnos no reciben más su certificado de séptimo, por lo cual hasta los padres dejaron de ver la importancia que tiene la educación.

Ante ese escenario, Arocena resaltó que la "escuela no puede arreglar todos los males del mundo" por eso tiene que haber otras instituciones de la sociedad civil, que hagan que los chicos tengan interés por estudiar. "La idea es hacer puentes culturales ya que los chicos al dejar de ir a la escuela formal, dejan de tener las habilidades que les acerca el conocimiento escolar, como el pensamiento lógico formal y empiezan a adquirir otros, como estar en las calles", indicó.


Las instituciones
Si bien no existe un registro formal de cuántas instituciones funcionan de esta manera, el encuentro que se organizó el pasado 7 de junio, tuvo como disparador, comenzar a conformar una red para el trabajo común. Algunas de estas instituciones son organizaciones no gubernamentales, otras grupos de voluntarios y otros programas de organismos estatales como la propia Dirección de Educación Municipal.

Si bien existen relaciones informales con las escuelas, el trabajo de contacto con los chicos se realiza en las plazas, los clubes o en los espacios que suelen frecuentar. El apoyo escolar, la expresión artística, el juego o el deporte son algunos de los ejes que toman para el trabajo con los chicos sobre todo de zonas marginales.

"Lo que se intenta con este trabajo es generar el andamiaje para que los chicos se vuelvan a interesar en la escuela. La diferencia es que se tiende a una atención más personalizada, evaluando el contexto histórico-social de cada uno, ya que la escuela es una situación más grupal", señaló Arocena.

Otros de los puntos que se discutió en el encuentro es el tema del financiamiento porque en general estos trabajos son ad honórem, lo que deriva en un permanente reciclaje de las personas que trabajan, a veces en detrimento de la continuidad o calidad de los proyectos.

Aún cuando no haya un trabajo sistematizado al respecto, en el encuentro realizado, las organizaciones participantes coincidieron en resaltar que cuando los chicos encuentran esos puentes culturales, vuelven a tener interés en la escuela. "Lo que buscan es un apoyo, alguien que los escuche en grupos pequeños, que haya una relación significativa con un adulto y que no haya reglas tan fuertes, porque pasan de estar sin reglas a un sistema rígido".

Por eso, se está pensando en organizar un encuentro con representantes de instituciones escolares, de modo de lograr articular estos trabajos en pos de un objetivo común.

"Hay un total consenso en el hecho de que el chico debe estar en la escuela, por eso se pensó en generar una campaña como se hizo en Buenos Aires bajo el lema "La escuela es de todos", sintetizó Arocena y agregó: "Además pensamos en encontrarnos con las maestras, para hacer que también vayan a esos lugares como las plazas o canchitas, para hacer esos puentes".

Si bien el encuentro se denominó como de educación no formal, prefieren inscribirse bajo el concepto de educación popular en el sentido de que el primero, en muchos casos se circunscribe al trabajo con adultos. "Lo que se trata es de contextualizar al chico y que entienda que la escuela es un derecho no sólo una obligación", aclaró Arocena.

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