Un joven de 20 años resultó con traumatismo severo de cráneo y su hermano con lesiones leves tras ser atacados por una patota cuando esperaban un colectivo en el barrio Cristalería. Por la agresión fueron detenidos cuatro jóvenes que luego de prestar declaración recuperaron la libertad. Según un informe médico brindado a la policía, el muchacho se encontraba fuera de peligro y no sufrió lesiones neurológicas.
El incidente se produjo a las 3 de la mañana de ayer cuando Andrés Fernández, de 20 años, y su hermano Javier, de 18, fueron agredidos por un grupo de "unas diez personas", según indicaron, en la esquina de Villa del Parque y Conway donde esperaban un ómnibus que los trasladara al centro de Rosario para ir a bailar a un boliche. En la gresca el mayor de los hermanos sufrió traumatismo nasal y de cráneo con pérdida de conocimiento y una herida cortante en la ceja derecha, lesiones por las que fue trasladado al Hospital Alberdi. Anoche el joven permanecía internado fuera de peligro.
Al lugar acudió un móvil del Comando Radioeléctrico que apresó a escasos metros a cuatro muchachos acusados de ser los autores de las lesiones. Se trata de Leandro Moreno, de 21 años; Roque Manrique, de 21; Lucas Gorosito, de 18; y Arnaldo Sebastián Roldán, de 18; todos ellos sin antecedentes penales. Los detenidos fueron trasladados a la subcomisaría 2ª imputados del delito de "lesiones" y más tarde recuperaron la libertad.
Lo atacaron en el piso
Por la mañana la madre de los hermanos, Liliana Duarte, relató a la emisora Radio Dos que los atacantes eran cinco y llevaban mochilas con armas y bebidas alcoholicas. "Alguien se le acercó a Andrés para pedirle un cigarrillo, mi hijo se dio vuelta y lo empujaron. En el suelo le dieron tantas patadas que ahora está internado con un traumatismo muy grave y con pérdida de conocimiento", contó.
La mujer agregó que su hijo Andrés presentaba además un corte en el arco superciliar derecho y que Javier, el menor, fue asistido también por "varios moretones y un derrame en la pierna izquierda". Más tarde a Andrés le practicaron una tomografía computada que no detectó patologías neurológicas en el joven, que anoche se encontraba fuera de peligro.
Los acusados, en tanto, dieron una versión diferente de los hechos. Si bien reconocieron ante la policía ser los autores de los golpes, aseguraron que ocurrieron cuando uno de ellos se aprestaba a pelear con el menor de los Fernández y Andrés salió en su defensa. Fuentes policiales aseguraron que, fuera de los objetos de rutina, no se incautaron armas en poder de los imputados.