Año CXXXVI
 Nº 49.875
Rosario,
martes  17 de
junio de 2003
Min 7º
Máx 19º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





cartas
Salud reproductiva

Para disminuir el elevado número de madres adolescentes en nuestra sociedad, lo que trae aparejado dramas familiares, abortos, padres borrados, madres niñas traumatizadas y con su futuro arruinado, criaturas carentes de padres y con madres inmaduras, etcétera, se han sancionado o proyectado leyes llamadas de salud reproductiva, además de propiciar educación sexual en los colegios, iniciativas estas últimas que en realidad consisten en mera instrucción o información pero no en verdadera educación. Pero la nota publicada en La Capital el 2 del corriente pasado que denuncia que en Bariloche pese a la información que se brinda a las adolescentes respecto a métodos de prevención de embarazos y a la facilidad con que pueden acceder a medios anticonceptivos, hay un elevado porcentaje de madres precoces, nos indica que tales iniciativas y métodos aunque útiles, no son suficientes, que hay que ir mas allá que brindar simples conocimientos y facilitar preservativos u otras cosas. La médula del asunto es brindar verdadera educación, integral, dentro de ella la faceta sexual, que persuada a los jóvenes de tener una sexualidad sana; que así como algo tan natural o necesario como la alimentación puede ser dañino si es inadecuada, análogamente la sexualidad que es natural, linda y hasta necesaria debe ser ejercitada conforme la salud y la moral, evitando relaciones prematuras, promiscuas, apresuradas, antinaturales o inseguras. Para ello los padres, educadores, medios de comunicación, gobernantes y organizaciones intermedias deben constituir un frente común para afrontar esta problemática y otros flagelos tales como la drogadicción, alcoholismo, delincuencia juvenil, fracaso escolar o laboral, etcétera. La solución real consiste en inculcar a los jóvenes valores, la cultura de la responsabilidad, el esfuerzo, la autodisciplina, reglas morales, autofijación de metas, etcétera. Es un proceso de difícil y de lenta concreción pero es la verdadera solución. Lo demás son paliativos, parches o espejitos de colores. Los adultos tenemos una gran responsabilidad, no la rehuyamos.
Raúl Ghione


Diario La Capital todos los derechos reservados