 |  | cartas "No al aborto"
 | El tema es así: tres sacerdotes católicos conforman la Fundación 25 de Marzo, la cual tiene en la defensa del niño por nacer, uno de sus objetivos esenciales. Después de una laboriosa recopilación de datos, y contando con el aval de un premio Nobel en Biología como lo es el doctor Jean Rostand, se determina, a partir de sobrado material probatorio, que todas las drogas anticonceptivas y todos los modelos de DIU tienen, no uno, sino varios efectos abortivos, especialmente aquel que impide que el niño fecundado se implante en el endometrio de su madre, y por lo tanto, sea abortado. Lo extraordinario (y lo callado) del caso, es que son los propios laboratorios los que admiten este delito penal disfrazado, en los prospectos de sus drogas abortivas. Ahora bien, el argumento oficial es "combatir la pobreza", y es fácil darse cuenta que en los diccionarios de estas gentes, "combatir" es sinónimo de "eliminar", y "pobreza" lo es de "pobres". Muchos intereses están en juego. Sabido es que este tipo de políticas (el uso de drogas anticonceptivas, de DIU, la misma ley de salud reproductiva) son exigidas a la Argentina por el FMI, el BM y la misma Unicef. Lo que está en juego no es la confrontación de ideas religiosas o existenciales. Se trata de vidas humanas, microscópicas, pero tan humanas como usted y yo, que estamos aquí vivitos y coleando, y no gracias al Estado ni a ministros proabortistas precisamente. Marcelo Mendieta
| |
|
|
|
|
 |
Diario La Capital todos los derechos reservados
|
|
|