Año CXXXVI
 Nº 49.872
Rosario,
sábado  14 de
junio de 2003
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Sorpresa oficial por "señales corporativas que permanecen desde Alderete"
Luis Barrionuevo dijo que resistirá la intervención del gobierno en el Pami
El presidente envió al Senado el proyecto que lo habilita para designar administradores en la obra social

El gobierno ratificó ayer su decisión de seguir adelante con su ofensiva en el Pami enviando al Congreso el proyecto de ley que lo habilita a intervenir la obra social de jubilados, pero el sindicalista gastronómico Luis Barrionuevo apeló a una canción de moda, "Resistiré", para anunciar que dará pelea al oficialismo.
El presidente Néstor Kirchner aclaró ayer que la presentación del proyecto "no quiere decir que se vaya a intervenir" la obra social, pero recalcó que espera "el apoyo (del cuerpo legislativo) para normalizar su situación".
Ahora, el justicialismo parlamentario buscará un acuerdo con el radicalismo para poder, la próxima semana en la Cámara de Diputados y del Senado, convertir en ley el proyecto que autoriza al Poder Ejecutivo poder intervenir el Pami por un plazo de 180 días.
"Si hay dirigentes que quieren seguir con las viejas prácticas, no se van a interponer en nuestro camino", sostuvo Kirchner con respecto a la posición tomada para solucionar el problema del Pami.
Pero el senador nacional Luis Barrionuevo insistió que "mi canción es Resistiré, y viene de la época de los militares, así que no me amedrentan con operaciones de prensa que han venido haciendo permanentemente distintos funcionarios", dijo casi al mismo tiempo que ingresaba, ayer al mediodía, el proyecto oficial al Senado.

Con dos afuera
El gobierno quiere desprenderse de los dos representantes sindicales en el directorio del organismo, Reynaldo Hermoso y Domingo Petrecca, que responden a Barrionuevo y resisten, junto a otros, al nuevo presidente Juan González Gaviola.
La idea del oficialismo es intervenir el Pami -que fue normalizado hace apenas seis meses- sólo en última instancia, ya que especula con una fuerte presión al sindicalismo para que acepte negociar la nueva composición del directorio.
"Sí, vamos a ir por la ley de intervención porque así no podemos administrar: vamos a hacer esto, intervenir el Pami, pedir la autorización, la reforma legal para que podamos intervenir el Pami", contestó, enfático, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, al defender la decisión oficial.
Fernández admitió también que en el gobierno no se esperaba una resistencia que, según dijo, está asociada a "señales corporativas que permanecen en el directorio del Pami desde épocas de (el ex interventor menemista) Víctor Alderete".
Por su parte, el ministro del Interior, Aníbal Fernández fue más directo al afirmar que el gobierno "no se va a quedar quieto" ante lo que denominó "irregularidades severas" que justificaron los cambios en la conducción de la obra social.
Entre ellas, desde el gobierno señalan la denuncia presentada por la Defensoría del Pueblo nacional por irregularidades en la contratación de una gerenciadora de servicios odontológicos, y la renuencia de los directores a brindar información sobre el estado de cuentas, contratos y designaciones a la nueva conducción.
Al contraacatar, Barrionuevo aseveró que "lo hacen equivocar" a Kirchner y descreyó que "un presidente democrático, de la manera que ha luchado y ha peleado él, conociendo todos sus discursos, quiera intervenir una obra social para que sea coto de caza de la política de turno".
De paso aclaró que su intervención en el Pami se debe a su doble función como secretario de Seguridad Social de la CGT y como miembro de esa comisión en el Senado y reiteró que no tiene ninguna relación con gerentes y prestadores de la obra social.
Además de Barrionuevo, uno de los directores del Instituto, Tomás Castillo, representante de los jubilados, rechazó la posible intervención, a la que calificó de "política" y aventuró que el hecho de que desde su normalización el organismo haya logrado superávit, "le está molestando a alguien".
En contrapartida, el delegado gremial de ATE y la CTA en el Pami, Carlos Oviedo, afirmó que el Instituto "es una caja negra" y "un botín político" para distintos sectores, y reclamó a los miembros del directorio que "colaboren con la intención de cambiar que tiene el gobierno", para evitar la intervención. (DyN y Télam)



"Lo están haciendo equivocar al presidente".
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