"Quedate tranquilo Lole, que (Hermes) Binner no será mi candidato a gobernador en Santa Fe", palabras más o menos fue quizás la expresión que mayor alivio produjo en la Casa Gris entre todas las que, en público y en privado, pronunció el presidente Néstor Kirchner durante las cuatro horas que permaneció en la capital provincial.
Paralelamente, y por primera vez, el nombre de Norberto Nicotra fue sumado a la grilla de los eventuales candidatos a gobernadores oficialistas junto a los de Alberto Hammerly y Héctor Cavallero, ya lanzados.
En cambio no se despejó la situación de Jorge Obeid (quien ha dicho que está reconsiderando su postulación) y tampoco el futuro de Horacio Rosatti.
La convalecencia de Reutemann -quien ayer debió dejar su lecho de enfermo en el que se reponía de un cuadro de leptospirosis leve- fue el justificativo oficial que usaron los hombres del gobierno santafesino para despejar cualquier interpretación periodística sobre las caras que, por momentos, ponía el mandatario provincial estando en compañía de Kirchner.
Todos los aplausos
Es que aunque el presidente ocupó todos los espacios, se llevó los aplausos que desde hace más de diez años han estado destinado casi con exclusividad al Lole, y ejerció un gran dominio de escena -algo sobreactuado para los dueños de casa- fiel a su estilo de cuidadosa pero expansiva informalidad, Reutemann debería tener hoy más motivos de conformidad que de incomodidad.
Es cierto que las suspicacias, compresiblemente, estuvieron al orden del día. Desde la misma visita que estaba programada para el martes venidero y para ayer y por necesidad presidencial se adelantó, obligando al Lole a volver a la Casa Gris tres días antes de lo previsto.
Kirchner no sólo oficializó el adelanto de La Capital respecto a que los significativos espacios públicos que ha venido concediendo al intendente capitalino responden a su estrategia de construcción de poder en el manejo del gobierno, pero no a una intencionalidad político electoral respecto del territorio santafesino.
Tanto es así, que el único comentario de carácter político que el presidente de la Nación hizo a la prensa fue que "jamás permití que se interviniera en mi provincia mientras fui gobernador y, como soy muy federal, jamás pretendería como presidente hacerlo yo en alguna provincia".
Por el nivel de satisfacción de los hombres de Reutemann, el episodio de Hermes Binner estaría "aclarado", después de los nervios que les produjo ver al intendente rosarino hablando en la Casa Rosada a unas pocas horas después de que se despachara con su furibunda crítica de que "en la provincia no hay gobierno y todo es un desastre".
Los datos propios -ya confiables- que trajo consigo el presidente fueron otro bálsamo para el Lole: le aseguró que el PJ retendrá la gobernación y en base a ello el esquema por ayer esbozado es "trabajar en conjunto y complementar la estrategia para obtener que el gobierno perdure en manos del justicialismo". Según se dijo a modo de ratificación Kirchner optó -al menos en lo electoral- por negociar consensos con Reutemann en lugar de confrontar con el gobernador.
Por eso también desautorizó cualquier armado que usando su nombre propicie una participación electoral por fuera del PJ. "Nosotros no cuestionamos nada, queremos trabajar en común acuerdo porque el presidente tiene un gran respeto a Reutemann", confió uno de los interlocutores designados por el jefe del Estado nacional, que junto al presidente de la Cámara de Diputados de la provincia viene explorando el entendimiento aludido.
Ese esquema incluye el esfuerzo presidencial en el armado de al menos dos sublemas que sumen al triunfo peronista provincial. Uno de esos sublemas podría ser encabezado por Nicotra.
En tanto, no trascendió qué otro nombre podría ser empujado y se supo que los estrategas de la Presidencia siguen entusiasmados con la facilidad con que Rosatti ganaría la Intendencia de Santa Fe. Todo lo que se arme deberá tener el visto bueno conjunto de Reutemann y Kirchner y las conversaciones seguirán en los primeros días de la semana venidera ya con el resultado de la reunión de intendentes que ayer, Juan Carlos Mazzón, presidió en la ciudad de San Javier.