Año CXXXVI
 Nº 49.872
Rosario,
sábado  14 de
junio de 2003
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Catástrofe. Los productores exigen un cambio en la política hidráulica
El campo santafesino, amenazado por el agua
Durante una agitada reunión en Rosario, la comisión de afectados por desmanejos hídricos pidió medidas

La culpa no es de la lluvia, sino de un Estado ineficiente que se niega a realizar las obras para impedir estas catástrofes". El reclamo corresponde a un centenar de productores santafesinos inundados que no se resignan a aceptar la situación y salieron a desafiar al gobierno desde la denominada comisión de afectados por desmanejos hídricos de Santa Fe.
Algunos hasta se arriesgaron a decir que son capaces de poner el dinero si se retiraban de los proyectos la Dirección Provincial de Obras Públicas, así como la Facultad de Ciencias Hídricas dependiente de la Universidad Nacional del Litoral, que ya gastaron más de 412 millones de pesos y no resolvieron casi nada.
En un escrito, que contiene 17 propuestas básicas para instrumentar una solución definitiva, los productores dieron su voz de alerta manifestando que se terminó el plazo de las consultorías técnicas, que ya se tomaron 12 años pensando por dónde empezar, a un costo de varios millones de pesos.
"Todo el interior, de norte a sur, atraviesa por un colapso hídrico; es hora de entender que si el campo se encuentra en peligro, también lo está toda la capacidad productiva de la provincia", comentó Esteban Hernández, productor de una región cercana a Garay.
Preocupados por los factores climáticos que se proyectan hacia un futuro, la comisión quiere que los estudios técnicos oficiales puedan ser auditados por profesionales que elijan los productores afectados. "Deben ser independientes del Estado, bajo la misma modalidad que tomamos cuando optamos por un agrónomo o veterinarios para administrar nuestros establecimientos, eso refleja el compromiso, conocimiento y acercamiento a la verdadera realidad de cada productor y su campo, la provincia sólo debe hacerse cargo del pago, con eficiencia", explicaron los miembros de la comisión constituida a principios del año 2000.
Eraldo Carrara, productor de Vera, tiene su campo bajo agua en los bajos submeridionales. Cuenta que este año, en el norte de la provincia se perdieron casi todos los animales. "Muchos murieron y el resto tuvo que ser muy mal vendido, treinta días antes de las inundaciones en Santa Fe, algunos productores le advertimos a Hidráulica que el agua iba para allá, se nos rieron, contestando que siempre dijimos que Chaco y Santiago del Estero mandan el agua a Santa Fe, y en 24 horas llegaron las consecuencias y a pesar de todo aún no existe nadie que nos escuche".
También Eduardo Salleras, presidente Comunal de Aarón Castellanos, puede hablar de la ausencia de diálogo con los técnicos que tiene la provincia. "Son los responsables del final de un ciclo conocido como la corporación política santafesina, en donde todo se argumenta desde adentro y mientras tanto afuera los productores viven el calvario", dijo.
Y se quejó porque "los señores feudos no escucharon los informes climáticos, no analizan las fotos satelitales ni sobrevuelan las zonas de los bajos sub-meridionales, de lagunas y lo más grave es que no ven los otros campos que necesitan soluciones menores para ser recuperados".
Un ejemplo, en Elortondo la población esta prácticamente aislada, con graves problemas de abastecimientos y ya no existen hectáreas sembradas. Los campos de muchos agricultores son solamente espejos de agua. Lo mismo pasa en Chañar Ladeado, Cafferata, Teodelina, Melincué, Calchaquí y Venado Tuerto.
Aunque no estuvo presente en la reunión que la comisión realizó en Rosario, Martín Ambroggio, productor de la zona de Chañar Ladeado, se mostró muy preocupado por la situación. "Hay campos de 5 mil dólares la hectárea saturados de agua y lo peor es que la situación se descontrola porque los productores se organizan para hacer sus propias obras y se terminan mandando el agua unos a otros, no es plata lo que se pide sin proyectos bien diseñados".
Ambroggio explicó que el tema debe "abordarse a nivel de cuencas" y que, a largo plazo, hay que formar técnicos surgidos de la producción para tratar este tema.
El premio Nobel de la Paz Norman Borulaugh se lo señaló recientemente al vicegobernador Marcelo Muniagurria, durante su visita a Estados Unidos. Le dijo algo así como que "la Argentina fue muy eficiente en el desarrollo de un sistema de ahorro de agua como la siembra directa, y el nuevo desafío es realizar un sistema de drenaje para años húmedos".
La comisión de afectados por desmanejos hídricos en Santa Fe reclamó poner en funcionamiento una política provincial de aguas, organizar un sistema de alerta temprano para eventualidades climáticas y generar un programa de evacuaciones ante contingencias, junto a un sistema de caminos rurales que realmente funcione cuando hay problemas hídricos.
Además, quieren que el ente para reconstruir Santa Fe (que según se supo esta semana no se va a constituir como tal), esté dirigido por otro equipo técnico donde el sector agropecuario tenga voz y voto en las decisiones.
En el duro documento suscripto luego del encuentro de la semana anterior, los productores y dirigentes comunales se quejaron porque desde hace muchos, desde las comisiones de cuenca "hemos estado advirtiendo al gobernador que los técnicos que dirigentes de hace doce años las obras públicas estaban llevando a la provincia a un desastre hídrico".
Recordaron que "a los largo de estos años la administración provincial invirtió en obras hidráulicas fondos por más de 400 millones de dólares a través de créditos del banco de Kuwait, el Eximbank de Japón, el Banco Mundial, además de fondos propios, que fueron aplicados a obras hidráulicas con tan pésimos resultados y que ahora la provincia deberá pagar por muchos años".
Señalaron, además, que "los sistemas de alerta temprano de las cuencas de los arroyos Saladillo y Ludueña fueron licitados y nunca adjudicados" y que "a fines de 2001 se dejó caer el programa de prevención climática a través de imágenes satelitales con la Conae, y se desarmó el equipo de analistas climáticos que se estaba formando".
Asimismo, consideraron "lamentable" que la ley 11.730/2000 sobre uso de suelos en zonas bajas, no haya sido reglamentada. "De haberlo hecho se podría haber evitado construir barrios con fondos provinciales en zonas bajas".
"ESta administración logró inundar vastas zonas rurales del sur de la provincia con cota arriba de 100 metros, del IGM, también logró inundar la ciudad de Santa Fe con cotas de 11 metros IGM, de esta forma debemos decir que en nuestra provincia no existen campos altos, todo el territorio provincial está en riesgo hídrico y corremos el riesgo de quebrar la economía provincial".



El campo santafesino está en máximo riesgo hídrico.
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