Independiente obtuvo anoche el primer triunfo de la era Oscar Ruggeri y comprometió aún más la situación de Unión con el descenso. Con este resultado, los tatengues de Juan José López tienen todos los números comprados para ser el acompañante del ya descendido Huracán a la Primera B Nacional. El único gol del partido enSanta Fe lo convirtió Federico Insúa, la figura de la cancha, luego de definir con categoría una maniobra individual con un tiro cruzado. El equipo del Cabezón Ruggeri justificó la diferencia a partir de la tarea de Insúa en la elaboración, la solvencia (una vez más) de Gabriel Milito en el fondo y la persistencia y combatividad de Diego Castagno Suárez para hacerse dueño y señor del mediocampo. Con esos simples argumentos, y menores cuotas de inteligencia y brillo de Daniel Montenegro y Andrés Silvera -más como pivote que como hombre de área definido-, Independiente alcanzó una clara victoria que pudo traducirse en algún otro gol más. Y esta tendencia no se cristalizó debido a la falta de contundencia de sus delanteros, que lucieron toda la noche participativos pero a la vez ineficaces. Unión fue prácticamente la contracara. Casi resignado a perder la categoría, fue una desordenada suma de voluntades, con escasas chances de igualar la lucha, a pesar del empuje de sus simpatizantes que parecen entender que el descenso es cosa juzgada. (Télam)
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