Año CXXXVI
 Nº 49.870
Rosario,
jueves  12 de
junio de 2003
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Furioso choque en el directorio de Pami

El rechazo a avalar la presidencia de Juan González Gaviola por la mayoría del directorio del Pami abrió ayer un frente dentro del instituto cuya solución quedó en manos del gobierno nacional mientras sobrevolaba la posibilidad de intervención de esa obra social.
Desde el oficialismo aseguraron que la mayoría de los directores, entre ellos los representantes de la CGT, se negaron a firmar el acta por el cual confirmaban a González Gaviola como presidente.
Pero la frustrada reunión de ayer iba a tocar también otros puntos, como bajar los sueldos de los directores (algunos con el plus de desarraigo cobrarían cerca de 7 mil pesos) y la revisión de contratos odontológicos cuestionados.
Así las cosas, González Gaviola llamó a conferencia y se fue a la Rosada. Cuando volvió se aprestaba a hacer declaraciones a una radio, desde el gobierno recibió la orden de no hablar. Una fuente del Pami dijo que aún sin conferencia en cualquier momento iba a haber noticias.
"Lo más probable que esa noticia comience con i", dijo el portavoz en una clara alusión a la intervención.
Según el sector que responde a los directores estatales señalaron que en ese encuentro frustrado del directorio, inclusive, habrían intentado proponer al director José Ramón Granero como presidente, pero éste se habría negado.
Uno de los directores puestos y ratificados en las últimas horas por la CGT, Reinaldo Hermoso, dejó una frase que revela hasta qué punto puede llegar el conflicto si es que Kirchner decide intervenir el instituto: "Tomaremos el Pami con las masas".
De acuerdo a fuentes gubernamentales consultadas en su momento, desde principio de su gobierno Kirchner, apoyado por su esposa, la senadora Cristina Fernández, habría especulado con intervenir la obra social.
La intención habría sido quitarle poder a Luis Barrionuevo, a quien se menciona como uno de los hombres que manejan el poder dentro del instituto aunque lo niega y suele decir que no tiene "ni una ambulancia".
Se trata del segundo conflicto desde que Kirchner designó a los dos directores puestos por el estado nacional.
Horacio Pacheco, presidente hasta la llegada de González Gaviola, llamó primero a Eduardo Duhalde, quien lo colocó en el puesto, antes de renunciar, y el barrionuevista Benjamín Surace tuvo que irse por un decreto de Kirchner.
Tras aquel hecho el ministro de Salud, Ginés González García, había calificado de "inaceptable" no acatar una orden del presidente. (DyN)



Juan González Gaviola sufrió un fuerte rechazo.
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