La campaña entró en ebullición. Una andanada de furiosas críticas provenientes de la Casa Gris y el justicialismo provincial impactó de lleno sobre el intendente Hermes Binner, quien un día antes había afirmado que "Santa Fe no tiene gobierno". El secretario general de la Gobernación, Ricardo Spinozzi, le enrostró a Binner "haberle levantado la mano en su momento a De la Rúa, Carlos Chacho Alvarez y Graciela Fernández Meijide y promocionado el gobierno más nefasto que tuvo la República", además de estar recorriendo la provincia para publicitar "esta alianza que ahora intentan reeditar de alguna manera". Nadie supone que el funcionario pueda haber realizado estas afirmaciones a La Capital sin contar con el aval de Carlos Reutemann, aparentemente muy molesto por las palabras de Binner (en palpable carrera por la Gobernación), que también sacudieron a los principales dirigentes del PJ santafesino. Spinozzi y el titular de la Cámara de Diputados provincial, Alberto Hammerly, hicieron hincapié en un ítem que terminó convirtiéndose en el eje del descargo: recordarle al intendente los problemas que afectan a Rosario. El secretario general de la Gobernación le recomendó ocuparse "de solucionar los líos con el transporte, las críticas por la basura y los pozos que tienen sus calles, además de los grandes edificios destinados a la salud que no puede poner en funcionamiento". Y le sugirió que averigüe "qué pasa con todas esas denuncias de cientos de comercios que no están habilitados". En esa línea, remató: "Después (Binner) llega a la provincia en busca de mejoras en la coparticipación... Primero tiene que cobrarles los impuestos a los comercios que ni siquiera tiene habilitados". Tampoco vaciló en afirmar que el socialista parece "haber perdido la memoria o, en definitiva, es otro Binner al que yo vi entusiasmado con todo lo malo que nos ocurrió en los últimos años". Hammerly recalcó que el intendente "está en campaña y apela a este tipo de situaciones para sacar provecho, pero queda claro que debería hacer un poco de autocrítica". Y, en sintonía con Spinozzi, instó a Binner centrar su atención en "lo que está pasando en su municipio, donde, según tengo entendido, hay bastantes problemas. Además debería darles explicaciones a los santafesinos por lo que pasó con la Alianza". Para el ministro de Salud, Fernando Bondesío, el socialista "debería agradecerle a Reutemann que parte de Rosario no se inunde por el aliviador del Ludueña que le construyó la provincia, además de que la ciudad tenga protagonismo nacional merced a un puente por el que él no puso un peso". "Hay muchas fotos en la que este anestesista, que anestesió a los rosarinos, no debería estar. Y menos pontificar. Ni hablemos de los residuos y el estado general de la ciudad. Si quiere aprender cómo administrar recursos, lo invitamos a la inauguración del nuevo hospital de Granadero Baigorria, donde la cooperadora, con dos millones de pesos, lo dejó hecho un modelo", aseveró Bondesío. "Es un intendente al cuadrado, porque es intendente de una ciudad de 10 mil habitantes, que son los empleados municipales, más los habitan tes de Rosario que financian a esta ciudad que se llama Municipalidad de Rosario", asestó el ministro, quien había sido blanco de los dardos binneristas. El diputado nacional Angel Baltuzzi, presidente del PJ provincial, lamentó que el intendente "tome el camino de la provocación como inauguración de su campaña electoral". Y, tras acusarlo de pretender desprestigiar a Reutemann "a cualquier precio", subrayó: "Le vamos a responder con la tranquilidad de conciencia, porque esta metodología confrontativa fue habilitada por él". "Es inaudito que hable en esos términos de una gestión provincial que atravesó la peor crisis de la historia sin endeudarse ni emitir bonos, manteniendo servicios y obligaciones al día. Binner debería ver la viga en el ojo propio. Hace poco, un diplomático europeo me dijo que Rosario era la ciudad más sucia del mundo en la que había estado", sentenció Baltuzzi. En tanto, el intendente de Villa Gobernador Gálvez, Pedro González, indicó que el socialista "no puede hacer tales manifestaciones de un gobernador que en su ciudad vive una catástrofe", por lo que estimó que "es una falta de respeto para todos los habitantes de Santa Fe". "Estando el gobernador enfermo, con leptospirosis, realizar esas declaraciones es una canallada. Son propias de un cretino que busca votos a cualquier precio. Nunca pensé, con mis limitaciones, que un intendente preparado, porque Binner tuvo la suerte de venir a estudiar a Rosario, actúe bárbaramente", bramó. González también sostuvo que Binner "nunca se embarró los zapatos" y que, por ese motivo, "Reutemann no merece sus insultos porque es un hombre entero, con errores como cualquiera". Paralelamente, Héctor Cavallero, diputado nacional, actual candidato a gobernador y ex intendente rosarino, no dudó en asegurar que el jefe de la Casa Gris "no se merece un ataque de esta naturaleza". Además, recordó que Rosario "recuperó los puertos, logró la cesión de 100 hectáreas de terrenos nacionales, las obras del arroyo Saladillo, la presa retardadora del Ludueña y el puente a Victoria, todo con el aporte de la provincia". Al respecto, Cavallero concluyó: "Binner no puede ser agradecido cuando recibe y luego, en el medio de una tragedia que Reutemann paga con su salud, criticarlo. Es carecer de calidad humana". Jorge Giorgetti, diputado provincial y candidato a gobernador, ironizó con que "el fantasma de Binner quedó al descubierto" porque "se le cayó la sábana cuando sólo obtuvo (el 27 de abril pasado) 14 mil votos con la fórmula Alfredo Bravo-Rubén Giustiniani". Para el diputado Domingo Pochettino, el intendente "vive en un frasco y no se enteró qué pasó en el país a partir del desastroso gobierno que hizo la Alianza que él integró". Rubén Dunda, titular de la departamental Rosario del PJ, señaló que es "una pena que un hombre bueno como Binner se vuelva un canalla porque los que lo rodean le dicen que hay que agraviar al opositor para sacar un voto más". La polémica entre Binner y el justicialismo terminó de detonar un día antes de que el intendente se reúna con el presidente Néstor Kirchner. Un encuentro con la provincia al rojo vivo. Producción: Daniel Leñini y Atilio Pravisani
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