-¿Cómo llegaste al ballet? -Me gané una beca en Buenos Aires para estudiar en Bordeaux. Había estudiado coreografías con Cecilia Mones Ruiz que es argentina y una gran solista de Bejart. Ella me dijo que tendría que probar con Maurice (Bejart). Me vine, hice una clase y al otro día empecé a trabajar con él. Primero ingresé en la escuela porque no había lugar en la compañía, pero antes tuve que estudiar teatro, canto y otras materias que son parte de la danza. El segundo año se creó la Compañía M, con la que vamos a la Argentina y ya hace un año que estoy en ella. -¿Qué significa trabajar con Béjart? -Es al mismo tiempo una gran responsabilidad y una gran felicidad. Hice todo para poder expresar algo por medio de la danza y tuve la posibilidad de encontrar a alguien que tiene la misma pasión que yo, pero con muchos años más de experiencia. -¿Qué objetivo tenés en tu profesión? -La danza es lo único que tengo en la vida, además de mi familia. Tengo una gran pasión por lo que hago. Mi objetivo es poder transmitir mensajes por medio de la danza y trabajar con coreógrafos que me usen como instrumento. -¿El ballet es sólo para una parte de la sociedad? -Todo el mundo puede entender el ballet de maneras diferentes. Es arte: gusta o no gusta.-¿Extrañás la Argentina? -Enormemente. Precisamente en este momento estoy viajando al aeropuerto y mientras miro el paisaje de Suiza, hablo con vos y pienso que mañana voy a estar allá, lo que me produce algo muy fuerte porque hace mucho que no voy. -¿Volverías a radicarte en Argentina? -Si me propusieran bailar lo haría. Lo que pasa es que allá la pasé muy difícil. Era muy chica cuando ingresé en el Teatro Colón, venía de San Carlos Centro, no tenía plata y tuve que arreglarme sola con todo. Estuve obligada a irme. Ahora encontré mi felicidad en la danza y la danza es del mundo. -¿Aspirás a ser una estrella del ballet? -No. No me gusta la palabra estrella. No quiero ser una estrella. Mi idea es ser bailarina, porque lo único que sé hacer es bailar. No creo en las estrellas, ni en la plata. El dinero es necesario para vivir, pero no es mi objetivo. -¿Cómo viviste el cambio de San Carlos Centro a Suiza? -Estoy contenta porque tengo la posibilidad de trabajar en un país económicamente mejor organizado que Argentina, pero no estoy para nada contenta de que no pueda ser así en mi país. Mi familia y la gente que más quiero en el mundo están allá. Soy argentina y tengo que buscar la felicidad en otro lado porque no es posible en mi país. No sé si estoy verdaderamente contenta; si fuera egoísta diría que sí. -¿Podrías hacer lo mismo acá? -No sé. Creo que el teatro Colón no trabaja en el máximo de su capacidad. Es uno de los mejores del mundo, pero los bailarines se van como se van los deportistas y por algo sucede. No creo que sea porque no quieren a su país. Creo que falta explotar lo que tenemos y mostrarlo al mundo. "Madre Teresa y los niños del mundo" se presenta el miércoles en El Círculo.
|  Luciana integra la compañía que actuará en El Círculo. |  | Ampliar Foto |  |  |
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