 |  | La rebaja de las naftas perjudica a las estaciones Dicen que en Rosario podrían cerrarse unas 20
 | Varias estaciones de servicios de Rosario están en una situación crítica. El momento que atraviesan llegó a tal punto que "unas 20 corren riesgos de cerrar", adelantó a La Capital el tesorero de la Federación Argentina de Expendedores de Nafta del Interior (Faeni), Vicente Pecoraro. Se trata de los negocios que expenden sólo combustibles líquidos y no son de propiedad directa de las compañías petroleras. La reciente baja de las naftas y el gasoil fueron los detonantes. "Esta situación no se da sólo a nivel Rosario, sino en el ámbito nacional", remarcó el también directivo de la Cámara de Estaciones de Servicio de Rosario. La crisis se desató a partir de que las petroleras decidieron rebajar los precios de los combustibles líquidos entre el 1 y el 2 por ciento. Con estos descensos, se redujeron las bonificaciones que reciben las firmas vendedoras de los productos. "Este es un perjuicio más para el estacionero que ya estaba pasando un momento muy crítico", dijo Pecoraro. En números, la modificación sería del orden del medio punto, situación que complicará aún más la merma comercial que venían atravesando. Cada estación de servicio "lleva perdiendo hace por lo menos dos años alrededor de 800 pesos mensuales en promedio", dijo el directivo, al referirse a que en los negocios rosarinos la venta de redujo de 200 mil a 80 mil litros de combustible por mes. Ahora, a partir de las reducciones tarifarias planteadas entre las compañías petroleras y el gobierno nacional, este déficit podría llegar a unos mil pesos por mes. En general, las situaciones financieras más críticas se manifiestan en las estaciones que no dependen directamente de las compañías, sino de propietarios particulares, a diferencia de las empresas que venden en consignación. Pecoraro tiene su propio argumento sobre la baja de los combustibles ordenada por las petroleras: "Buscaron la manera de no perjudicarse y, sin embargo, sí lo hicieron con los estacioneros particulares", dijo. Rosario y su zona tiene unas 60 estaciones privadas "que no van poder soportar esto mucho tiempo más", agregó Pecoraro, quien arriesgó que "en unos dos meses habrá al menos 20 estaciones que tendrán que cerrar, porque han estado agonizando". Esta crisis también obedece al crecimiento de la venta del gas natural comprimido (GNC) en perjuicio de los combustibles líquidos. Con el tiempo, las circunstancias han cambiado. Antes, una estación tipo vendía "cerca de los 200 mil litros y hoy está en 80 mil", recordó. Por el momento, los estacioneros buscarán ante las petroleras un incremento de la bonificación que reciben por la comercialización de los productos. "Hay que salir del desahogo que los comercios están padeciendo", dijo el tesorero de Faeni. Mientras, están previstas algunas reuniones al respecto en el transcurso de la semana. Aunque a decir de Pecoraro "las compañías se han mantenido sin emitir declaraciones".
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