Año CXXXVI
 Nº 49.869
Rosario,
miércoles  11 de
junio de 2003
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cartas
¿Quién es el loco?

El viernes 30 de abril pasado mi padre fue al Hospital Carrasco por una dolencia. Allí fue atendido por el clínico después de la larga cola para sacar un turno, lo que no es novedad en todo hospital público. El clínico lo atendió y lo derivó a traumatología y a psicología por estrés. El lunes a las 8 se dirigió al hospital a sacar turno para psicología, se lo dieron para las 12.30. Volvió a casa y luego se dirigió nuevamente al hospital para la consulta. Eran las 13 y el médico no había llegado. "Va a llegar a las 14.30", dijeron las empleadas. Eran las 16 y no había llegado. "Quéjese en administración", le dijeron. El martes a las 8 fue a sacar un turno nuevo para psicología: "No le podemos dar el turno, tiene que pedírselo al médico en consultorio". Esperó. A las 13.30 no había llegado. "Dejó dicho que atendería a las 15", palabras del personal. El día miércoles, a las 14, le dicen que no sabían si atendería. "Quéjese en administración", le volvieron a decir. El día jueves, a las 14, intentó por última vez y le dijeron: "Se retrasó, viene más tarde, quéjese en administración". La administración no es responsable de estos médicos, le dijeron. ¿Qué es lo que pasa? Señores, ustedes que tratan la salud mental, no hagan volver locos a los pacientes, no jueguen al doctor, sean doctores y cumplan con su juramento.
Jorge Lucero


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