Córdoba no pudo con la mezquindad de Laferrere

Elbio Evangeliste / La Capital

Por lo menos no llovió, si no hubiese sido más duro todavía soportar los 90 minutos que regalaron anoche Central Córdoba y Laferrere. Un partido en que el Verde se jugaba algo más, y de hecho se llevó lo que vino a buscar: el punto. Así, los villeros quedaron a un paso de la clasificación al reducido por un lugar en la Promoción, ya que un empate ante All Boys les alcanzará para lograrlo. Del lado de los charrúas, ya clasificados, tal vez lo más rescatable haya sido que Aira, Guffanti y Calabrese llegaron a la quinta amarilla y no jugarán en la última fecha ante Tristán Suárez, lo que significa un dolor de cabeza menos para Oscar Santángelo. Lo que sí le debería preocuparle al DT es la producción futbolística del equipo. El 0 a 0 de anoche fue una prueba más que suficiente de que aún quedan muchos aspectos por pulir antes de encarar la recta final del torneo. No por ello hay que dejar de señalar que el charrúa hizo más méritos que Laferrere para quedarse con los tres puntos. Pero hasta ahí.
El equipo de Tablada salió decidido a ganar, pero no le fue tan sencillo, ya que lo mejor de Laferrere estuvo precisamente en el comienzo. Sin ejercer un dominio absoluto se las ingenió para robarle la pelota a Córdoba y de esa manera mantener equilibrado en el trámite. De hecho la primera chance fue para la visita y si no terminó en gol fue porque Aira llegó con lo justo al cruce cuando Blanco estaba a punto de ajusticiar a Cancelarich.
Pero ahí murieron sus aspiraciones. Central Córdoba descubrió que la llave estaba en las trepadas de Brandán por el carril derecho y trató de aprovecharlas al máximo. Por esa vía llegó, a los 20', la más clara del partido, pero el cabezazo de Calabrese se topó con el travesaño.
Después de eso, poco y nada. El charrúa siguió estando más cerca de abrir el marcador, aunque ya sin tanta claridad. Las mayores aproximaciones estuvieron signadas por disparos desde afuera del área de Calabrese -se fue alto- y Panchito Fernández, que lo único que hizo fue agigantar la actuación del arquero Andrés Verza, a la postre la figura de la cancha.
Más notoria aún fue la diferencia en cuanto a las pretensiones luego del descanso. Córdoba tomó definitivamente las riendas del partido hasta el pitazo de Carlomagno, lapso en que Cancelarich fue un espectador de lujo. Claro que el cerrojo que diagramó Laferrere se fue solidificando con el correr de los minutos y esto hizo más visibles aún las limitaciones del charrúa, que no supo cómo descifrar el acertijo y por eso terminó jugando con los naipes que ya había mostrado en el primer tiempo: los remates de media distancia hacia un seguro Verza. Conclusión: el reparto de puntos se selló casi por decantación.
A Córdoba todavía le quedan 90 minutos de juego ante Tristán Suárez para encontrar el rendimiento que Santángelo pretende si quiere tener chances de meterse en la Promoción. Es verdad que lo hará sin tres de sus habituales titulares, pero deberá hacer el esfuerzo. Anoche el equipo hizo un poquito más de méritos que el rival, pero no conformó. Por eso, entre el amarretismo de Laferrere y las limitaciones de Córdoba, la mayor alegría de la noche la brindó el pitazo final de Carlomagno.