Mirtha Legrand recibió a Susana Giménez en su almuerzo televisivo por segunda vez en la historia de las 2373 emisiones puestas en el aire. Desde la primera visita hasta ayer pasaron 23 años, y todo o casi todo de la vida y obra de Susana Giménez estaba para ser indagado. Pero la expectativa puesta en las preguntas directas, sin rodeos, que la conductora acostumbra a lanzar sobre sus invitados, y que ayer iba a disparar sobre la "máxima estrella de la televisión argentina", se frustró. Eso sí, el encuentro se cargó de menciones autorreferenciales, emotivos recuerdos, valoración mutua de ambas trayectorias profesionales y casi ninguna pregunta comprometida. De esas que incomodan y que en los últimos tiempos marcaron un estilo en los almuerzos de Mirtha.
El almuerzo a solas entre las dos mujeres fue uno de los encuentros más conversados de la historia nacional. Hubo decenas de amagues fallidos a través de los años. Ambas tenían -y siguen teniendo- una visión algo desmesurada del significado de una "cumbre" entre ellas, como si se tratara de la reunión entre dos grandes potencias argentinas. Entonces primaron los celos y cuestiones de cartel. Hasta este 2003, donde primero Mirtha visitó a Susana en la apertura de su temporada en Telefé y ayer Susana devolvió el gesto y pisó el estudio de América.
Susana llegó al estudio en un Mercedes Benz S 320 azul con su pequeño perrito Jazmín -sí, el auténtico- cubierto con un tapado de piel corto y un moño rojo en la cabeza. Muy cerca de ella el peluquero Miguel Romano la asistió en todo momento con un cepillo para el cabello que mantuvo en su mano durante las casi dos horas de la visita. En cada corte publicitario "Miguelito", como lo llama cariñosamente Susana, se abalanzaba obsesiva e innecesariamente sobre la cabeza platinada de Susana y aplicaba pequeños toques para corregir supuestas imperfecciones en el peinado.
Entre halagos y frases hechas
Susana trató de mostrarse auténtica, cómoda, contestando con sinceridad. Y en muchos tramos lo logró. Así ocurrió cuando durante un corte anunciaron desde controles que iban a interrumpir la transmisión porque cubrirían una toma de rehenes en el microcentro de Buenos Aires. La diva de los teléfonos se interesó de inmediato en el caso y se dispuso a mirar el informe por un monitor. Pero el móvil tardaba en salir, entonces la rubia exclamó: "¿Por qué no ponen Crónica?" Hubo risas generales y el móvil de América apareció. "La inseguridad es el problema que más me preocupa de todos los que tiene el país", comentó tras el informe.
Los comentarios con halagos mutuos entre las divas iban y venían, siempre en un clima distendido. El almuerzo transcurrió por distintos temas, en especial hubo mucho raconto de los tiempos idos. Y nunca se convirtió en auténtica entrevista periodística. De todos modos, Susana felicitó a Mirtha por su desempeño con los políticos que últimamente pasaron por la mesa de sus almuerzos. La alabó por su fortaleza para preguntar a fondo a todas las figuras máximas de la política nacional, desde el presidente para abajo.
Mirtha agradeció, y en el comentario de su invitada encontró el pie justo para disculparse en cámara por su famoso exabrupto cuando le preguntó a Néstor Kirchner si con él se venía el "zurdaje". "No sé porque usé esa palabra, nunca la uso. La había escuchado por ahí" dijo la Legrand. Y tratando de convertir una torpeza discursiva en un acierto, agregó: "Tuvimos muchos gobiernos de derecha, liberales y autoritarios y nos fue mal, así que no nos vendría mal un poco de zurdaje. Algo muy distinto a lo que pensaba años atrás (ver aparte).
El living del final las encontró a las dos satisfechas, habían pasado una prueba difícil. Incluso confesaron que por ansiedad habían dormido poco la noche anterior. Susana siguió hasta el último minuto abusando de los calificativos grandilocuentes. Para ella todo fue "fantástico", lo había disfrutado "muchiiiisimo" y se había sentido "perfecta". Para Mirtha, la discusión de quién es más diva es una pelea que a esta altura ya no vale la pena dar. El capítulo está cerrado y al final del camino, las dos estarán del mismo lado..