Adrián Miguel Ramírez, el mecánico detenido por el crimen de Jesica García, ya había sido acusado por el homicidio de una mujer. Fue en junio de 1994, cuando su entonces compañera apareció muerta de un balazo en barrio Las Flores. Ante la inexistencia de testigos y tras una pericia balística que corroboró la hipótesis de un accidente, Ramírez obtuvo la falta de mérito del Juzgado de Instrucción número 6, el mismo que interviene en el asesinato de García. Voceros policiales consignaron que Ramírez registra además antecedentes por robo, abuso de arma, abuso deshonesto, tenencia de arma de guerra y amenazadas calificada y una condena de 1 año y un mes de prisión, de 1996. El mecánico fue detenido en su taller de Soldado Aguirre y Buenos Aires, de Villa Gobernador Gálvez. En su casa de Heliotropo 1710 la policía secuestró un toallón y un lienzo con manchas de sangre, que había sido sumergido en un balde con lavandina, y cápsulas de calibre 9 milímetros, compatibles con el arma utilizada para matar a García. Vecinos del lugar relataron que escucharon un disparo en la casa, aproximadamente a las 3 de ayer.
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