Año CXXXVI
 Nº 49.863
Rosario,
jueves  05 de
junio de 2003
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Reflexiones
La ciudad que no fue

Evaristo Monti / La Capital

Si Miguel Lifschitz llegara a la Intendencia de Rosario postulado por el PS recreando la Alianza que por producirles vergüenza cambiará de nombre, puede encontrarse con Binner gobernador o lo más probable, un gobernador peronista. Por tratarse de un hombre cordial como es el actual secretario de Servicios Públicos lo menos que uno debe decir es que abandone la política tipo baile de disfraces que caracterizó estos ocho años. Lifschitz llega a la candidatura como un acuerdo interno para promover los externos. ¿Alguien ignora que el candidato natural se llama Antonio Bonfatti? No pasa el filtro del partido y sacrificado Giustiniani recalan en Miguel, hombre honesto, amable, burócrata y de perfil radical, es decir, pura retórica. No hay un solo servicio público que funcione en Rosario pero en algunos casos se llega al extremo grotesco de hacerle creer a la gente que está en marcha. Ejemplo: el transporte público de pasajeros. Primero anuncian los pliegos, mentira, no los hubo. Segundo vuelven a anunciar los pliegos, mentira. Mandan borradores incompletos ocultando a la población las intenciones inconfesables. Hay que revelar que en el artículo 54, página 29 del borrador enviado al Concejo Municipal, cuerpo que le sirve a Binner para disimular sus vacíos, se incluye una innovación que haría temblar cualquier gobierno porque donde se habla del precio del pasaje, figura carnavalescamente "Ordenanza XXXX Anexo XX", que significa lisa y llanamente no saber qué hacer con lo que deberán pagar los pasajeros. Entonces Lifschitz, con su habitual afabilidad, instala en la opinión pública que el transporte es un desastre por culpa de los concejales, luego de que esta administración engañara a los rosarinos con el sistema más moderno, barato y confortable del mundo. Gastaron fortunas en consultoras francesas con sede aquí a la vuelta, mostraron gigantescos ómnibus articulados, exhibieron maquetas de centro de transferencia, imprimieron un par de millones de folletos corrientes y lujosos -millones porque iban junto a las boletas de TGI bimestralmente no menos de diez veces- y ni hablar del dispendio publicitario. Confiesan ahora que no saben cómo resolverlo. Esta es la única ciudad cuyo intendente promulga las ordenanzas y las incumple al no reglamentarlas. Asombra leer la respuesta del intendente a mi reclamo sobre la oscuridad de avenida Alberdi y bulevar Rondeau diciendo que no pueden mejorar la iluminación porque no tienen fondos y se gastaron montañas de plata en arquitectos extranjeros. La ciudad está a oscuras, con árboles sin escamonda, pésimo alumbrado público, los ladrones hacen un picnic y abandonados los semáforos, tienen parada con luz roja. Como actualmente se vuelve a las viejas marcas, zapatillas Pony, helados Laponia, televisores Zenith o La Vascongada, me permitiría agregar otra, las planchas Atma publicitadas con un aviso espectacular del japonés que macaneaba sin medida para terminar confesándose: "Takayama mentiloooosoooo....!". Puesto que el intendente de Rosario pretende ser gobernador juntando los náufragos aliancistas incluyendo a esos buenos muchachos que les dieron apoyo civil a los militares del 76, lo menos que se debe hacer es echarle una mirada a la ciudad y comprender que luego de gastar locamente tanto dinero, vivimos el Rosario que no fue y duele porque pudo ser. Lo beneficioso y trascendente para Rosario lo hicieron Menem y Obeid. La administración Binner coaguló los grandes emprendimientos: el Plan Circunvalar, que era un progreso gigantesco y se burlaron; el complejo turístico hotelero con las cinco estrellas en la ex Unidad IV; el aprovechamiento del hermoso solar recuperado a la Sociedad Rural, el proyecto del Scalabrini Ortiz maliciosamente demorado por funcionarios binneristas que llegaron al colmo de reclamar tributos pese a claros textos legales y que ahora por dos palabras del director de Apsa continuadora de los negocios de Soros, Eduardo Goilenberg, se supone que renacerá. Lo que dijo Goilenberg es que "estamos mirando a Rosario, donde tenemos un proyecto detenido hace años para shopping, torres de departamentos y un híper en sociedad con Coto" pero con el pensamiento progresista que manda el casino a una villa de emergencia -de donde lo rescató el Concejo Municipal- no es fácil traer capitales. El Jockey Club abandona el hipódromo: ¿quién lo explotará? Señor mío: hubo que esperar dramáticamente que una inspectora de tránsito se quebrara conduciendo una moto municipal más propia de un chatarrero, para eliminarlas. Esta historia de ampararse en líderes inventados como Elisa Carrió que reclutan su grey en el descarte de partidos venidos a menos, es exaltar a calidad de pureza el acomodamiento y oportunismo. De todos modos Carrió, que ve mafias por todas partes menos en su Chaco militarizado de los años 70, ya no tiene a Menem para insultarlo. Los vecinos del parque Alem lloran, los colectivos no circulan por su recorrido sino por donde los baches lo permitan, la obra pública está como en los tiempos de De la Rúa, paralizada. Salvamos a los ocupantes de viviendas Fonavi del pago de la tasa hasta que escrituren pero les siguen mandando con malicia las boletas. Así que don Miguel Lifschitz tiene por delante un drama íntimo fenomenal, lo candidatean como producto del empate, no va Bonfatti, tampoco Giustiniani. ¿El modelo de intendente es Binner? En tal caso el pronóstico es infalible, quizás le vaya bien electoralmente pero a la ciudad seguro le irá mal. Lifschitz lo sabe pero confía en seguir anunciando lo que se hará y que se olvide lo anunciado. Con este método obvio, la variable de ajuste son la ciudad y su gente.
¿Qué hace el peronismo? Se va uniendo a nivel nacional con los diputados menemistas reintegrándose al bloque mayoritario. Ganarán De la Sota y Solá y se recuperará Entre Ríos pero seguimos vacilando en Santa Fe porque Reutemann -y es comprensible humanamente- está agobiado. Un jefe político con 70 mil personas a la intemperie no puede resistir tanto dolor no obstante que se está trabajando muy bien, con notable soporte del ministro nacional González García, vacunas, medicamentos, ocho hospitales móviles, 37 equipos de 10 médicos cada uno, visitas domiciliarias permanentes. Hay un estupendo programa llamado "Volver a casa" de valor social y rédito político con varios disputándoselo, uno Miguel Paulón quien iría como vice de Cavallero. La gripe reciente del Lole no viene de Hong Kong sino de Balcarce 50, porque los ministros de Kirchner le aclararon: boleta sábana integral; alta consideración a Jorge Obeid y leer en conjunto la lista de diputados nacionales. Le dijeron más: "Te brindaron la reforma constitucional en bandeja y de tanto pensar se esfumó el tiempo, Romero en Salta e Insfrán en Formosa bajaron el martillo en 72 horas ¿esto es política o ajedrez?". Usandizaga no acepta integrarse a la alianza disfrazada de Carrió para ungirlo a Binner. Todos favorecen a Reutemann, menos él mismo.



(Ilustración: Héctor Beas)
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