| | cartas A soñar, a soñar de vuelta
| "Los argentinos vamos a comenzar un nuevo rumbo. La economía argentina despegará de una vez por todas y nuestro país volverá a ser acreedor de los principales países del mundo", dice la editorial de una revista de tirada nacional: estamos en diciembre de 1983. ¿No te acordás de lo que pasó hace 20 años y más atrás también? Siempre a soñar, a soñar de vuelta con un "nuevo" presidente. Hasta los golpes de Estado, en su momento, nos levantaron el ánimo a los argentinos. Uno siempre se imaginó que más abajo no se podía estar: es mentira; siempre podés estar un poco más abajo. Es falso que uno llegue al fondo del pozo, rebota y vuelve con más fuerza. Países como Colombia eran hace 20 años lo que es Argentina hoy. A soñar, a soñar de vuelta. Aunque a los argentinos no nos fue tan mal pese a los gobiernos que tuvimos. Hay países que con la mitad de problemas internos que tuvieron desaparecieron del mapa. Y nosotros no, todavía estamos aquí, con el mismo nombre y la misma moneda, a pesar de las "relaciones carnales" con nuestros "amigos" del norte. Pero lo que está claro, como el agua, es que ni el Chapulín Colorado podrá salvarnos y menos, aún, el FMI que no solo no ayuda sino que, además, hunde; al fin de cuentas es un fondo y hacia allí nos ha estado llevando durante años. Pero si nos dejaran ser nosotros mismos sin duda deberíamos ser un gran país, un hiperpaís. Aunque los presidentes "manden" al pueblo, a ellos "los otros" los mandan a "jodernos" a nosotros. A soñar, a soñar de nuevo; porque lo único que no se pierde es la esperanza. Sociedades como la nuestra creen en los "magos", pero los "magos", por desgracia, nunca hacen milagros. ¿No te parece? Daniel Marocco
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