-¿Es un trabajo duro ser modelo? -Tiene su costado exigente. Demanda estar vigente y estar en sintonía con las últimas tendencias. También está la competencia, que es fuerte. Llegar es difícil, pero mantenerse lo es más porque requiere de una dedicación constante, adaptarse a los cambios, aceptarlos, saber llevarlos y estar en todos los detalles. -¿Qué te dejó el trabajo con "Poné a Francella"? -Fue como hacer un curso acelerado de televisión, con un ritmo muy exigente que me enseñó por ejemplo a llorar sin sufrir (risas). En realidad mi carrera fue vertiginosa. Estudiaba Ciencias de la Comunicación y después que comencé como modelo y, sin que lo buscara demasiado, surgió lo de Guillermo Francella. La tele me cambió la vida. Allí todo es inmediato. A los dos meses me paraban por la calle para felicitarme. -¿Qué ganaste con ese trabajo? -Gané en crecimiento personal. Yo empecé a los 19 años y tengo 22 y logré independencia no sólo económica porque ahora soy mucho más libre. Además tuve muchas satisfacciones. Cuando el año pasado me nominaron como revelación al Martín Fierro no lo podía creer. Era una posibilidad que no lo ganara porque es posible que hubiese mucha gente que lo merecía más que yo, pero lo mejor fue el reconocimiento. -¿Qué perdiste? -Lo fundamental es la pérdida de la privacidad y el hecho de que la exposición te somete a una especie de juicio que con frecuencia es bastante injusto. -¿Qué proyectos tenés a partir del trabajo en televisión? -Tuve varias propuestas pero no me interesaron. No tenía ganas de dejar de vivir. Lo más encaminado es un programa infantil, pero todavía no está definido. De todas maneras este año empecé bien con el modelaje en varias parte del mundo, como México o Thailandia. No puedo parar y eso me encanta. -La pregunta de rigor: ¿una modelo es sólo una cara y un cuerpo atractivos? -No. Está demostrado que hay quienes desmienten eso. Hay quienes llevan la carga de tener una cara y un cuerpo agradables y puede ser demasiado para una sola persona. Hay mucha gente que no concibe que además de esos dos atributos puedas pensar. Personalmente me considero una persona distinta dentro de este medio: me considero alguien normal y nunca se me subió nada a la cabeza. -De todas maneras ¿sos consciente que tenés una imagen privilegiada? -Sí, y agradezco el aspecto que tengo, pero no me mato haciendo ejercicios ni dietas. Como todo lo que quiero y me encantan los chocolates, pero no fumo ni tomo alcohol porque no me gusta. Estar bien no es un sacrificio. -¿Qué les dirías a las mujeres que no están tan conformes con su aspecto? -Les diría que no enloquezcan ni enfermen por el talle. Cada uno tiene su propia belleza. Quererse y aceptarse tiene un efecto positivo también sobre el otro. -Les diría que no enloquezcan ni enfermen por el talle. Cada uno tiene su propia belleza. Quererse y aceptarse tiene un efecto positivo también sobre el otro. Julieta Prandi se presenta hoy, a las 20.30, en un desfile en el teatro Broadway.
| "Es importante crecer en todos los sentidos", señaló. | | Ampliar Foto | | |
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