Los argentinos asesinados en Miami

La esposa de uno de los dos argentinos asesinados en Miami Beach por un norteamericano que se molestó por el alto volumen de la música de una fiesta, dijo que antes de disparar contra las víctimas, el acusado y detenido por el caso les gritó "fuckin latins", que traducido al castellano significa "malditos latinos".
En declaraciones que reproduce El Nuevo Herald en su edición de ayer, Melina, esposa de Ernesto Fondovila, contó cómo fue el episodio en el que asesinaron a su marido y a Alberto Ledesma, en la calle 77 al 500 de Miami Beach.
"Es increíble, todavía creo que voy a despertar y tener a mi marido conmigo. Estábamos lo más bien en la fiesta de mi cumpleaños, cuando de repente vino ese señor y nos pidió que bajáramos la música", contó Melina, viuda de Fondovila.
La mujer relató también que, tras el pedido del vecino, bajaron la música que se oía en la fiesta.
Según Melina, el vecino (que para la policía es el detenido Kevin Evers), bajó dos veces de su departamento y se sentó en la vereda mirando al grupo que participaba de la fiesta en el departamento 1.
"Luego se acercó y mi marido, que estaba apoyado en las rejas, le preguntó qué pasaba", contó Melina, tras lo cual, precisó, el agresor replicó "fuckin latins", sacó un arma y le disparó.
De acuerdo con la policía norteamericana, Kevin Evers mató a los argentinos y a la brasileña Elizabeth Ferreyra, con una pistola HK-USP 9 milímetros.
Evers, además, según la policía, hirió a otros dos participantes de la fiesta, identificados como Gustavo Federico Cirigliano, de 24 años, y Judith Murga, de 33, ambos dados de alta en el Centro Médico Mount Sinai.
Ahora está acusado por tres cargos de asesinato de primer grado, dos de intento de asesinato, uno por uso ilegal de arma de fuego y otro por posesión de arma por parte de un criminal condenado.
Melina también se manifestó a favor de la pena de muerte para Evers. "Lo quiero muerto a Evers, no encerrado. Mató a mucha gente inocente. Nosotros no somos drogadictos, ni alcohólicos, ni mala gente", argumentó la mujer. (Télam)