El gobierno incrementó ayer la presión para obtener "vacantes" en la Corte Suprema de Justicia, mientras el presidente del máximo tribunal, Julio Nazareno, dijo que no renunciará y deslizó que la administración de Néstor Kirchner promoverá el ingreso al cuerpo de jueces afines. "Si ahora sacan a esta Corte, ¿van a poner aquí a los enemigos?", cuestionó Nazareno en una rueda de prensa que improvisó al llegar al Palacio de Justicia. Por su parte el ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Gustavo Beliz, prometió que "apenas haya una vacante" en la Corte, el gobierno mostrará que "se terminó para siempre un Tribunal adicto". "Sería lo más saludable para las instituciones que algunos miembros de la Corte presenten su renuncia", abundó Beliz antes de decir que "algunos de ellos, incluso, están en condiciones de jubilarse". Nazareno y Beliz protagonizaron un duro cruce de declaraciones a través de la prensa: mientras el ministro aumentó la presión oficial destinada a obtener vacantes en la Corte, el juez desmintió rumores sobre su posible renuncia y advirtió que, en este contexto, podrían prosperar los supuestos intentos de Kirchner por conformar un Tribunal afin. "Si sacan a esta Corte, ¿usted qué se cree?, ¿que van a poner aquí a los enemigos? Si me están diciendo que yo fui adicto a (el ex presidente Carlos) Menem, con ese mismo criterio tendrían que decir «no saquen a esta Corte adicta porque Menem ya no está. Y no pongan ustedes nadie a dedo»", manifestó Nazareno al dirigirse a los periodistas. La respuesta llegó de boca de Beliz: "Que se quede tranquilo Nazareno, que apenas haya una vacante en la Corte Suprema de Justicia, el presidente de la República y todo el Poder Ejecutivo van a dar una señal ejemplar de que se terminó para siempre con la Corte adicta en el país". "En caso de producirse alguna vacante -insistió el ministro- el gobierno va a garantizar que la cobertura sea de la manera más transparente y cristalina, sin ningún tipo de amiguismo". Para Beliz, el tema de la Corte "tiene diferentes planos de análisis: uno es la voluntad de los miembros de la Corte para renunciar o jubilarse. Otro es asegurar que las vacantes se puedan cubrir de una manera transparente". De acuerdo con la Constitución nacional, el único mecanismo legal para la remoción de jueces de la Corte es la sustanciación de un juicio político por medio del Congreso. En ese proceso, la Cámara de Diputados actúa como tribunal de acusación y el Senado dicta sentencia. Actualmente, la comisión de Juicio Político de la Cámara baja prepara una acusación contra el juez Carlos Fayt, un ministro de la Corte que en las últimas horas fue respaldado por camaristas y académicos que salieron a defender al magistrado ante el Congreso (ver aparte). "Hay más de 40 nuevos pedidos de juicio político" a la Corte, insistió Beliz, en referencia al proceso parlamentario, en el que también se analiza una iniciativa de la diputada Elisa Carrió para acusar a Nazareno por posible mal desempeño. Nazareno aseguró que carece de "una causa seria" para renunciar y desmintió tanto las versiones sobre su posible dimisión como la existencia de un problema de salud que podría sustentar esa decisión: "No estoy enfermo, son cosas que se dicen", y agregó que "las renuncias no se anuncian, se hacen". El riojano recordó que la Corte defendió el derecho de propiedad al fallar contra el corralito y la pesificación. Mencionó la "garantía de los derechos constitucionales, pero respetando el derecho de propiedad" y exhortó a "no atosigar al gobierno para que siga funcionando". Finalmente, cuando un periodista quiso saber si intentaba dar un mensaje al gobierno, el presidente del supremo tribunal respondió: "¡Ah no! Dejate de joder". Y se fue.
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