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Un buen comienzo

Desde hace pocos días los argentinos hemos visto renacer la esperanza de que un país mejor y una vida digna son posibles. El nuevo gobierno del doctor Kirchner, más allá de los votos obtenidos, -pocos por cierto- convoca hoy el apoyo mayoritario de la ciudadanía por su buen comienzo. En efecto, el mensaje pronunciado al asumir el cargo fue bien recibido en todos los ámbitos por su equilibrio e ideas de progreso y justicia que, de concretarse, irán dando solución a los muchos y graves problemas que hoy padecemos. Da la impresión que el nuevo presidente trata de cumplir con las expectativas que generó en la campaña electoral haciéndolo con un estilo de actividad, movilidad y rapidez que, en lo breve de su gestión, muestra una forma de gobierno muy distinta a la habida en los años 90 y posteriores. Kirchner va hacia los problemas y trata de darles solución. Buen ejemplo es su reciente viaje a Entre Ríos donde la educación estaba paralizada desde hacía tres meses pues los maestros no cobraban sus sueldos. Creo que la gente rescata del nuevo presidente su humildad como también valora un nuevo estilo, directo y firme, en tomar decisiones. Los recientes relevos en las cúpulas de las fuerzas armadas son otro ejemplo alentador. Decía Juan B. Justo que no debemos cegarnos por preocupaciones de partidos ni engañarnos con utopías, que debemos amar las ideas generales ocupándonos de las cosas chicas pues esa es la forma de poder hacerlas grandes. Hoy recreamos la esperanza y el optimismo de poder salir de la desgraciada situación a que nos llevaron los últimos gobiernos, responsables de millones de pobres, indigentes y desocupados. Donde la esperanza no existe no puede existir el esfuerzo. Una gran tarea nos espera y todos podemos aportar algo. Lo que no hay que tener en cuenta son las críticas ligeras de mediocres o tontos que, mezclando todo, ya están en contra de esta nueva etapa en la que el pueblo argentino cree esperanzado.
Roberto J. Torres