Año CXXXVI
 Nº 49.862
Rosario,
miércoles  04 de
junio de 2003
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Hacer dedo, una realidad cotidiana a la hora de enseñar

Fabiana Monti / La Capital

Algunas tienen que hacer dedo porque no tienen colectivos que lleguen a las escuelas. Otras tienen que hacer más de cien kilómetros porque viven en otra ciudad y dan clases en Rosario. Otras tantas viven en establecimientos rurales y más de una vez tienen que trasladarse a los centros urbanos para hacer trámites burocráticos. La variedad de situaciones reflejan las dificultades que tienen muchos docentes santafesinos para trabajar. El asesinato de la maestra Daniela Spárvori resultó ser el emergente de una realidad que los maestros transitan todos los días, ante la barbarie sólo piden mejores condiciones para cumplir con su función de enseñar.
Desde tiempos inmemoriales, los docentes que dictan clases en escuelas rurales tuvieron que recurrir al transporte solidario de vecinos para poder llegar a sus lugares de trabajo. Hoy la realidad es que que esta situación no se ha modificado al ritmo de los cambios de las condiciones sociales y económicas de la sociedad en la que viven.
"Los maestros rurales antes se trasladaban desde un centro urbano a una escuela que estaba en el campo. En la actualidad hay maestros que viven en un pueblo y tienen que trasladarse a otros centros urbanos", explica Graciela Hernández, maestra de "La Carolina" y secretaria de primaria de Amsafé. "Ya no tenemos en la ruta los maestros que van al campo sino también docentes que, por una cuestión de que esos pueblos han ido perdiendo su desarrollo productivo y las matrículas en los colegios, tienen que buscar trabajo en otros lugares".
En ese sentido, Hilda Ermini, maestra de la escuela de Paraje "El Caramelo", una localidad ubicada en Villa Amelia, indicó a La Capital que, según sus cálculos, alrededor del 50 % del sueldo (380 pesos promedio), se lo lleva costear los viajes. A su vez, Marcela Renzi, maestra de grado que vive en Máximo Paz (85 km de Rosario) y viaja para trabajar todos los días Rosario, tuvo "un par de situaciones desagradables, por lo cual, mis padres - que no se quedaban tranquilos hasta que no vuelvo- decidieron pagarme el trasporte. Pero dependemos en gran medida del aporte que realiza la familia o bien la comunidad", resaltó.
Las docentes consultadas señalaron que esta situación en gran parte también es resultado de la ley de titularización sancionada en el 2001. "Fue una ley demagógica que hizo que algunos se vieron beneficiados y otros no ya que no hubo un orden de mérito", expresó la secretaria de Amsafé.
"Primero se titularizó a todas las personas en su cargo y después se daban los traslados. En muchos casos se jubilaba una docente y se liberaba el cargo para alguien de la zona que esperaba el puesto, pero después de esta ley se titularizaron maestros que hacía dos años que estaban en el cargo. Este es el quiebre que generó el ministerio", acotaron.
Por otra lado y como para describir las distintas situaciones que atraviesan la labor docente, Carmela Vizziani, directora de la escuela de Paraje Cuatro Esquinas explicó que algunos beneficios con que contaban algunas escuelas por estar en lugares alejados fueron eliminados a principios de los 90 y nunca más recuperados. "A las escuelas que están sobre ruta se les sacó el porcentaje que se cobraba por la zona, sin considerar que no tenemos colectivos continuos, ni los otros beneficios, como el presentismo, que ante alguna eventualidad lo perdemos", precisó.
Por su parte, Graciela Hernández recordó a manera de síntesis que "el caso de Daniela fue el emergente de una situación que se viene arrastrando. El ministro (de Educación) Daniel Germano reconoce que hay una sociedad enferma, por eso como educador pedimos que nos proteja".
Según las docentes, el pedido a corto plazo es que se encuentre la manera de costear los traslados (para aquellos que deben proveerse de transporte porque no hay ómnibus que lleguen a su lugar de trabajo) o bien una bonificación de las empresas de transporte, como la que se les da a los policías. También un reordenamiento de la distribución de los cargos.
"Quizás hasta el momento no hemos podido caracterizar esta situación particular para que sea entendida en su magnitud, pero en noviembre del año pasado, hubo un encuentro de maestros rurales en Santa Fe donde acordamos sobre estas necesidades. Aunque no está muy alejado de lo que pasan otros docentes de centros urbanos", sintetizaron.



Seguridad. Las docentes piden mejores condiciones.
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