Año CXXXVI
 Nº 49.862
Rosario,
miércoles  04 de
junio de 2003
Min 2º
Máx 16º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com






Una buena comunicación con el paciente mejora los tratamientos
Es necesario que los profesionales dediquen tiempo a enfermos y a sus familiares

María Laura Favarel / La Capital

Especialistas del Comité de Bioética del Hospital de Niños Víctor J. Vilela sostienen que una buena comunicación entre médicos y pacientes mejora la evolución de los tratamientos. Esto se logra cuando los pacientes se sienten comprendidos y apoyados por los profesionales. Con ese objetivo, trabajan para mejorar la relación con familiares y pacientes, una cuestión cada vez más necesaria frente a la creciente demanda de personas gravemente afectadas en su integridad física, mental y social. La buena comunicación se sostiene en transmitir la verdad en el tiempo y las circunstancias adecuadas.
"Los médicos nos enfrentamos muchas veces con la situación de comunicar una mala noticia. Frente a esto estamos acostumbrados a informar, pero no a explicar a familiares y pacientes, ni tampoco a escuchar", dijo a La Capital Patricia Taborda, pediatra y jefa de clínica de Cirugía del Vilela. En el área a su cargo se internan pacientes de moderada complejidad, que ingresan con cirugías programadas o de urgencias, politraumatizados y con dolencias crónicas severas.
"Cada vez es más necesario poner en práctica la comunicación con los niños y sus familiares, porque en todo tratamiento es indispensable considerar lo psicosocial, que va más allá de la enfermedad orgánica y muchas veces nos superan", reconoció Taborda.
Ante la realidad de que cada vez existen más dolencias que no se resuelven con un medicamento, Taborda explicó que los profesionales del Vilela trabajan en equipos interdisciplinarios conformados por abogados, trabajadores sociales, psicólogos, enfermeros, voluntarios y médicos.

Siempre, la verdad
"Charlamos con los niños (los pacientes) y con los familiares, de acuerdo a su edad, pero nunca ocultamos la verdad", afirmó Taborda. En este sentido la especialista explicó que los médicos tienen el deber de decir siempre la verdad, teniendo en cuenta el momento y la forma. "Cuando las noticias son duras hay que decirlas gradualmente de acuerdo a lo que el paciente y la familia quieran escuchar. Esto se aprende oyendo con atención a los interlocutores. Los médicos debemos asegurar el cuidado del paciente, y a su familia, el apoyo continuado", señaló.
El espacio físico para transmitir el diagnóstico también es importante. La pediatra aclaró que debería ser en un lugar con cierta intimidad. "En el hospital lo hacemos en una sala. Nos sentamos con los familiares y tratamos de escucharlos sin ser interrumpidos, cosa que no es nada fácil".
A la hora de transmitir una mala noticia, que seguramente alterará las expectativas de la familia, resulta fundamental tomarse el tiempo necesario para poder hablar despacio. Averiguar qué conoce la familia sobre el tema permite estimar lo que separa sus expectativas de la realidad.
Taborda recomendó nunca decir que una enfermedad no tiene ningún tratamiento posible o frases similares, porque esto puede producir bloqueos. El médico tendrá que preguntar inmediatamente después de transmitir el mensaje cómo se sienten y darles la posibilidad de que pregunten lo que necesitan saber. Al mismo tiempo, mantenerse en su lugar y acompañar al paciente. "Debemos considerar que no sólo comunicamos con lo que decimos sino también con nuestro tono de voz, con la mirada, los silencios y la postura".
Generalmente las malas noticias las dan los profesionales con mayor responsabilidad. "Los chicos son los que primero entienden. Tienen temor a lo desconocido, como una cirugía, pero al explicarles qué les va a pasar y si le va a doler o no, se tranquilizan", comentó Taborda. En esta tarea los acompañan el Servicio de Salud Mental del hospital, que aborda estas situaciones a través del juego.

Codo a codo
En el desarrollo de la comunicación médico, paciente y familiares el personal de enfermería cumple un rol fundamental. "Son los que están las 24 horas junto al paciente y quienes reciben todos los cuestionamientos", comentó la pediatra. Al mismo tiempo, los enfermeros brindan a los médicos los datos necesarios para que sepan cómo manejarse con la familia.
"Es necesario que los médicos descubramos la importancia de la comunicación. No siempre vamos a dar noticias óptimas, ni vamos a lograr la curación total, porque como dice el aforismo, llegaremos a curar a veces, aliviar a menudo y sanar o confortar siempre. Sanar es mucho más que darle el medicamento exacto. Es brindar paz, apoyo y compañía en momentos difíciles", enfatizó Taborda.
Esta realidad exige cada vez más que los profesionales de la salud entiendan que es tan importante la comunicación como pedir un estudio complementario. "Pareciera que se empieza a comprender que comunicarse también es un procedimiento de alta complejidad que debe manejarse con tanto cuidado como las drogas, los aparatos o el bisturí, porque igual que ellos puede curar o dañar", concluyó la doctora.



"Charlamos con los niños, no ocultamos la verdad".
Ampliar Foto
Notas relacionadas
Una formación más humana
Diario La Capital todos los derechos reservados