El impacto ambiental que provocará el puente Rosario-Victoria en la zona será analizado mañana en el recinto del Concejo. De no mediar sorpresas, se aprobará un proyecto por el cual se conformará una comisión cuyo objetivo será monitorear las consecuencias que trae la nueva conexión vial y además buscar soluciones a los problemas que se presenten.
La iniciativa fue presentada en el 2001 por la edila del Partido del Progreso Social (PPS) Patricia Inmaculado, pero quedó traspapelada hasta ahora y es probable que finalmente mañana sea aprobada.
La comisión que se pretende crear debería estar integrada por representantes de las municipalidades de Rosario, Victoria y demás ciudades de la zona. También deberían participar representantes de las secretarías de Medio Ambiente de las provincias de Santa Fe y Entre Ríos y de los organismos nacionales correspondientes. Las distintas organizaciones no gubernamentales preocupadas por la cuestión serán otra pata del organismo.
"La intención es monitorear cuál es el impacto ambiental que va a tener en la región el puente Rosario-Victoria", apuntó Inmaculado, antes de subrayar que la comisión deberá buscar las soluciones a los problemas que se vayan presentando.
En ese sentido, señaló que uno de los primeros inconvenientes que habrá que considerar será el impacto del tránsito sobre el ambiente, teniendo en cuenta que aumentará la polución por los gases emanados de la gran cantidad de vehículos que circulan por el puente.
"De ninguna manera se trata de frenar el progreso o la construcción de centros turísticos grandes y lindos. Sólo hay que intentar que ello no perjudique el medio en el que vivimos", argumentó Inmaculado, quien llamó a tomar los recaudos necesarios para evitar los efectos negativos que podría llegar a tener el puente sobre los sectores de islas.
La edila indicó que "se busca compatibilizar el progreso sin destruir la naturaleza" y afirmó que la iniciativa será aprobada mañana en el recinto.
Ecologistas preocupados por las islas
En tanto, desde el Taller Ecologista reclamaron "reglas de juego claras" en el uso del territorio en el ecosistema isleño.
En ese sentido, los integrantes de la mencionada organización no gubernamental señalaron que ese es un debate que aún está pendiente entre los santafesinos y los entrerrianos.
Los ecologistas puntualizaron que es imprescindible decidir qué actividades se van a permitir y cuáles deberían restringirse para preservar la función ecológica que cumplen los humedales de la zona.
La coordinadora de la ONG, Elba Stancich, consideró que es necesario buscar la forma de sostener la actividad turística en la región sin que ello deteriore el medio ambiente y la calidad de vida de los pobladores de las islas.
Los integrantes del Taller Ecologista recordaron que hace tres años presentaron una propuesta a las autoridades ambientales de la Nación y de las provincias de Santa Fe y Entre Ríos reclamando que esas instituciones se ocupen junto a las ONG de promover el manejo sustentable de los humedales.
Cabe recordar que el contrato de concesión de la firma Puentes del Litoral permite la construcción de restaurantes, hoteles y estaciones de servicio en las islas. Para ello ya se contempla construir cinco accesos a esas zonas.