Santo Biasatti, conductor premiado por el mejor noticiero, no subió a recoger su trofeo. Asuntos personales urgentes, que según se dijo demandaban su presencia en Rosario, lo obligaron a dejar el adornado recinto del Hilton casi apenas iniciada la entrega de las tradicionales distinciones. Las revistas de chismes del mundo del espectáculo enseguida se movieron para establecer la causa de su inesperada salida pero en general, todas parecían un tanto desorientadas.
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