Pedro Squillaci / La Capital
Tres jóvenes dentro de un auto representan una escena improvisada. Uno de ellos va en busca de la alegría que le provoca un regalo poco común: un caballo. Entre discusiones, algunos baches y buenas intenciones, todo cierra más o menos bien. "Listo chicos, corten", se escucha detrás de un monitor al pie del escenario del teatro Mateo Booz. La voz es del actor Germán Kraus, en medio de la primera clase de Teleactuar en Rosario, donde dos veces por mes se esfuerza para formar actores para televisión. "Esto es amor, coraje y pasión. Me interesa que incorporen eso, lo demás viene solo", le dijo Kraus a La Capital. Y no estaba interpretando ningún personaje. La Mateo Booz se convirtió de repente en un estudio de televisión. Una buena iluminación recaía sobre dos mesas, sillas, sillones, dos tazas de café, cuadros, un florero, un reloj de pared y un cesto. Dos cámaras enfrentadas a uno y otro lado de la escena, junto a cuatro monitores de TV y una consola completaban el set. Las pantallas enfocaban una claqueta en la que leía "Studio: Teleactuar, Director: Germán Krauss". El actor leyó la pizarra y dijo "Kraus es con una ese, pero bueh"... para marcar lo que sería el único error de la puesta. El actor hace ocho años que forma actores, y cuatro que dirige Teleactuar en Buenos Aires, donde ya tiene 120 alumnos que asisten a sus clases. A Rosario llegará una vez cada 15 días, pero en cada oportunidad compartirá 5 horas con sus alumnos, de las cuales 3 serán exclusivamente "de cámara". Para romper el hielo, Kraus se sentó al pie del escenario e inició la "atípica" primera clase. "Actuar es observación, comunicación y percepción", y tras una breve exposición desafió: "Vamos a recrear vidas". A partir de allí, pidió la ayuda de tres alumnos para un ejercicio de improvisación usando como disparador "la búsqueda de la alegría" a través de la memoria emotiva. "Esto es impresión y expresión. Este ejercicio será sin textos y nos obligará a movilizarnos, ya que iremos en busca del galpón de los recuerdos", dijo el actor. De inmediato, Diego, Adrián y El Flaco pusieron el cuerpo. En un auto de cartón los tres viajaron hacia un establo imaginario a comprar un caballo. "Estamos grabando, ¡acción!", indicó Kraus. Con el temor del debut, los jóvenes sortearon la dificultad de enfrentarse al público apenas con una vaga idea del tema. El ejercicio no llegó a rematarse, pero los aplausos premiaron la valentía de los participantes. En otra improvisación, Marilyn (25), Rosana (31) y Sergio (36) trabajaron el sentimiento de culpa. Todo transcurrió sobre un supuesto examen, una lección no estudiada y una alumna arrepentida. "Es un gusto poder compartir una clase con un actor con tanto oficio como Kraus", coincidieron tras el ejercicio. Kraus hizo otra marcación, miró la pantalla y sonrió. El trabajo estaba dando resultados.
| |